Rodolfo Sancho, Natalia Verbeke y su carta de amor al cine

Se rueda en Palma de Mallorca Un paseo por el Borne, ópera prima de Nick Igea, protagonizada por Rodolfo Sancho y Natalia Verbeke, y definida por sus responsables como «una carta de amor al cine, una película que reivindica el séptimo arte como una herramienta ideal para acercarnos la realidad que nos envuelve».

La película parte del personaje de Martín (Rodolfo Sancho), un hombre cercano a la cincuenta que todavía no ha logrado cumplir su sueño de convertirse en director de cine. Regresa a Palma de Mallorca, su ciudad natal, donde decide impartir un curso que le permitirá conocer a cinco alumnos que poco a poco conseguirán que recupere esa pasión por el séptimo arte.

Igea se encarga de la dirección y es coguionista junto a Elio Quiroga y Zebina Guerra del proyecto con el que tratan de establecer una reivindicación del cine (cine independiente, de autor y autóctono) y también de ofrecer un punto de vista esperanzador acerca de la realidad que nos rodea.

Completan el reparto Ruth Gabriel, Tábata Cerezo, Roque Ruiz, Lluis Oliver y Toni Lluis. 

Nick Igea nos cuenta que «esta es, por encima de todas las cosas, una película de superación. Soy muy fan como espectador de este tipo de películas, sean de la temática que sean, y son las que me han servido como referencia a la hora de concebir esta historia. Desde “Lecciones inolvidables”, una película poco conocida para el gran público, de Ramón Menéndez, que para mí es el ABC de las películas de “aulas”, hasta “Hoosiers, más que ídolos” o “En busca de la felicidad”, pasando por otras como “El club de los poetas muertos” o “La clase”, de Laurent Cantet. Ese realismo y esa naturalidad tan propios del cine francés (Cantet, Audiard, Ozon, Rohmer, los hermanos Dardenne…) los he tenido y los tengo muy presentes en todo momento, sin despegarme nunca, por supuesto, de la realidad española. Dentro de un tono claro de “dramedia”, esta es una película positiva, que habla de sueños imposibles y de cómo las personas nos influimos unas a otras. Es en definitiva una película hecha desde el corazón, que narra desde su vertiente más humanista el gran amor al cine que sentimos muchos de nosotros. La historia parte de un claro realismo y va desembocando hacia lo que podría ser casi un cuento gracias a ese “¿y por qué no?” por el que apostamos. Todo esto nos conduce a un claro objetivo y es conseguir que la película no solo emocione, sino también deje un buen sabor de boca en el espectador y un poco (o más bien mucho) de esperanza».

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