La «suave masculinidad» se instala en Hollywood

Andrew Scott attends the UK Gala Screening of Searchlight Pictures’, ‘All of Us Strangers’ at BFI Southbank on January 23, 2024 in London, England. (Photo by StillMoving.Net for Disney)

Andrew Scott, el irlandés de moda en Hollywood con permiso de Cillian Murphy es, a sus 47 años, el líder de la llamada «masculinidad suave» que ahora surge con fuerza en personajes de películas y series de Hollywood. Sin miedo, la nueva generación de talento masculino abraza en sus interpretaciones una actitud ambigua ante los géneros. Hablamos de Jacob Elordi, Paul Mescal, Pedro Pascal, Cillian Murphy, Barry Keoghan o el mismo Scott que también dota a sus interpretaciones de una pausa que se le admira. “Todos tenemos oscuridad dentro de nosotros y somos un misterio para nosotros mismos en muchos sentidos. Yo no me quedo en su sexualidad, yo trato de buscar el alma de los personajes. Me interesa mostrar la dualidad del ser humano», ha dicho el actor.

La noción de masculinidad suave –difuminando las líneas entre lo masculino y lo femenino– es un concepto que surge en los guiones tras el éxito del movimiento #MeToo. “Me gusta que los hombres, y quien se identifique como tal, utilicen los personajes como un proceso liberador, puede ser reconfortante y empoderador, una reflexión sobre una nueva forma de ser hombre”, dijo Emerald Fennell, directora de Saltburn, en la presentación de su película donde trabajó con Elordi y Keoghan. 

Jacob Elordi en Saltburn

No hay ningún hombre en Hollywood tan alto, tan popular o tan hermoso como Jacob Elordi. El australiano, de 26 años, está teniendo un gran invierno: primero interpretó a Elvis Presley en Priscilla, la vibrante cinta de Sofia Coppola, y su belleza hace que todos los que lo rodean pierdan la cabeza en Saltburn. Pero tampoco hay ningún hombre en Hollywood que sea tan representativo de la nueva masculinidad. Elordi ha revelado que sus primeros amores fueron Orlando Bloom como Legolas y el Aquiles en Troya (2004) de Brad Pitt. Elordi cree que Kylie Minogue es un tesoro nacional australiano y le encanta llevar bolsos porque, según dice, pierde cosas y se aburre, y necesita llevar libros pequeños, relojes pequeños y bolígrafos pequeños con él en todo momento. En conjunto, esta amalgama de cualidades y detalles sobre Elordi, el enamoramiento adolescente por Legolas, la reverencia por Kylie Minogue, la colección de bolsos y la seguridad de poder hablar de todo esto sin vergüenza, es el retrato de un hombre representante de la máxima ambigüedad porque Elordi está redefiniendo lo que significa ser un galán de Hollywood al estilo «suave».

En una industria dominada por las franquicias y las plataformas, en la que las estrellas de cine se han extinguido. La era de los actores y actrices tan carismáticos que comprarías una entrada para verlos en cualquier película ha llegado a su fin. La mayoría de los actores jóvenes son empujados a protagonizar títulos de Marvel/DC o Fast and Furious y no se trasciende en Hollywood siendo Spider-Man, Aquaman o un miembro de la “familia” Toretto. Al mismo tiempo, ha habido un cambio cultural más amplio sobre el tipo de hombres que admiramos. El movimiento #MeToo demostró que muchas personas, que colectivamente pensábamos eran buenos tipos en Hollywood y más allá, trataban a las mujeres de sus vidas de maneras bastante degradantes y abusivas. Hemos comenzado a utilizar palabras como “masculinidad tóxica” para señalar los efectos negativos: de aferrarse a normas masculinas obsoletas. La película más importante del año pasado es Barbie que trata sobre cómo el patriarcado arruina la utopía feminista de la muñeca.

Barry Keoghan en Saltburn

Andrew Scott dice que los hombres están atravesando una “crisis” en este momento, luchando por encontrar “lo que significa ser un hombre” en la sociedad actual. El actor irlandés, que se hizo famoso gracias a su papel de sacerdote atractivo en Fleabag, dice: “Creo que en este momento hay una especie de crisis en la masculinidad y en lo que significa ser un hombre. Tenemos todas estas cosas dentro de nosotros”. Su colega irlandés, Paul Mescal, uno de los actores más solicitados del momento, añade: “Cuando eres capaz de aceptar todas las partes de ti, te eleva, te lleva a mejorar. Es bueno para tu salud mental porque te da una sensación de estabilidad”.

El actor Pedro Pascal dijo en la alfombra roja durante la promoción de The Last of Us. “Soy el papá cachondo y genial”.  Lo dijo casualmente, pero es el título que le han dado sus seguidores en las redes sociales. Pascal, de 48 años, no es padre según la definición real y literal de la palabra, pero sí lo es según la definición de Internet. Y la definición de Internet puede significar casi cualquier cosa: un hombre atractivo que es un padre de verdad; un hombre codiciado por las masas; un término neutral en cuanto al género para cualquier persona atractiva. En el caso del admirado mandaloriano latino, se asegura el título por ser uno de los líderes de la resistencia contra el machismo.  Pascal vive según sus propias reglas de masculinidad moderna. “Mi mamá, una puertorriqueña de 76 años, a menudo me contaba historias de su padre diciendo cosas ridículas como que la agresión sexual es culpa de la mujer o que si alguna de sus hijas quedaba embarazada la echaban de la casa. Incluso mi hermano una vez dijo delante de mí que nunca dejaría que su hijo se pintara las uñas porque los “hombres de verdad” no hacen eso. Para ser claros, no todos los latinos han sido sometidos al machismo con el mismo nivel de intensidad pero, como ocurre con todo lo que se construye en torno al poder y la dominación masculina, todavía existe”.

Pascal es chileno-estadounidense y su resistencia pública y directa contra el machismo se remonta a 2020, cuando mostró su apoyo a las mujeres que protestaban en la Ciudad de México contra “la violencia de género, la desigualdad y la cultura del machismo, y para exigir un mayor apoyo por los derechos de las mujeres”. Mientras tanto, en la pantalla, Pascal interpreta a una figura paterna en dos de sus papeles recientes: Joel en The Last of Us y Din Djarin, también conocido como el Mandalorian, en The Mandalorian. En ambas series, subvierte el arquetipo masculino apoyándose en sus emociones y en su humildad.  Es un testimonio del talento de Pascal, pero también un reflejo de la forma en que rechaza los estereotipos masculinos en la vida real.

Texto: María Estévez (Los Angeles)

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