El primer exorcista del cine no era del Papa, llegó de Irak y se llamaba Lankester Merrin

Max von Sydow tenía 44 años cuando William Friedkin le ofreció interpretar al Padre Lankester Merrin en El Exorcista (1973). Cuenta la leyenda que el escritor William Peter Blatty le mandó el guion al actor sueco con una nota en la que ponía que “estarían encantados” que aceptara interpretar al sacerdote. Max von Sydow dio por sentado que Friedkin y Blatty se estaban refiriendo al otro sacerdote de la historia, más joven y más protagonista, el Padre Damien Karras, que en la novela tiene 46 años. La sorpresa fue mayúscula cuando finalmente comprobó que lo querían para interpretar al exorcista propiamente dicho, un hombre ya casi anciano y con problemas de salud. En una entrevista de 2013, el actor se preguntaba: «Todavía no sé realmente por qué me llamaron».

Al principio de la novela y de la película, el Padre Lankester Merrin está en Irak trabajando en unas excavaciones arqueológicas. En esas escenas vemos por primera vez a este imponente señor, toda una institución en la Iglesia.  William Peter Blatty contó que se basó para crear el personaje en el paleontólogo, geólogo y filósofo jesuita Padre Pierre Teilhard de Chardin, uno de los descubridores de los fósiles del Hombre de Pekín y con ideas filosóficas bastante controvertidas dentro de la Iglesia Católica, aunque finalmente aprobadas por el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco. Teilhard también fue la inspiración para el personaje del Padre Jean Telemond, interpretado por Oskar Werner en la película de 1968 Las sandalias del pescador, adaptada de la novela de Morris West y protagonizada por Anthony Quinn. 

Apuntes endemoniados sobre El Exorcista (1973)

Según el escritor especializado en cine de terror Jason Zinoman, el triunfo de El Exorcista se debió a que “es una película que se toma en serio a sí misma”.

William Peter Blatty quería ser escritor, cobraba el paro y en el camino se ganaba la vida como podía. Por ejemplo, presentándose al concurso de televisión You Bet Your Life (1950) conducido por Groucho Marx. Blatty ganó 10.000 dólares y cuando Groucho le preguntó qué pensaba hacer con el dinero, contestó que tomarse un tiempo libre para «trabajar en una novela». Groucho es mencionado en la película por el teniente Kinderman (Lee J. Cobb) en tono de broma. 

Para entender el origen de todo, de la novela y de la película, hay que retroceder hasta 1968, y seguir a William Peter Blatty una tarde de verano hasta el Mann’s Chinese Theater de Hollywood. En ese cine se proyecta Rosemary’s Baby (La semilla del diablo) y el escritor sale conmocionado y pensando que “esa es la clase de historia que a mí me gustaría escribir. Yo podría hacer algo así”. Es curioso que El Exorcista provocara años después efectos similares en otros cineastas, como Stanley Kubrick, que tras ver la película empezó a darle vueltas a la idea de hacer una de terror, que terminó siendo The Shinning (El resplandor) (1980), o el productor Irwin Yablans, que buscó hacer algo similar, llamó a John Carpenter y este dijo: “ya sé lo que hay que hacer”. Lo que había que hacer era Halloween (1978).

William Peter Blatty basó su novela en un exorcismo supuestamente real ocurrido en 1949 en el que participaron dos sacerdotes jesuitas. El poseído era Roeland Doe, un niño de Cottage City, Maryland. Blatty agradece en la novela la colaboración de su amigo el Padre Thomas V. Bermingham, viceprovincial de la compañía de Jesús en Nueva York, por sugerirle el tema de la novela. 

En El Exorcista, Lankester Merrin pasea por el sendero de un bosque en los terrenos del seminario de Woodstock, Maryland, cuando se le acerca un joven seminarista con un telegrama. Alguien quiere verle por un asunto bastante complicado, relacionado con una niña en Georgetown (Washington D.C.). Al principio de El silencio de los corderos (1991), la agente del FBI Clarice Starling está haciendo ejercicio en las boscosas instalaciones de Quantico cuando alguien se le acerca y le pasa una nota, el jefe Jack Crawford quiere verla para hablarle de un tal Hannibal Lecter.

El Exorcista (1973) es la película de Warner Brothers más taquillera de todos los tiempos si se aplica el ajuste por la inflación. Cuando se estrenó en el Reino Unido, varios ayuntamientos prohibieron la proyección de la película. Esto llevó al extraño espectáculo de «Exorcist Bus Trips», donde empresas de viajes organizaban autobuses para llevar a la gente al pueblo más cercano donde se proyectaba. 

Es la primera película de terror nominada al Oscar a la Mejor Película (en total 10 candidaturas). La otra es Déjame salir (2017). Tiburón (1975), El silencio de los corderos (1991) y El sexto sentido (1999) fueron nominadas, pero no están designadas como películas de terror en IMDb. A George Cukor no le gustó nada El Exorcista y amenazó con renunciar como miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas si ganaba el premio a la Mejor Película. Al final ganó el de Mejor Guión Adaptado y Mejor Sonido.

Para el papel de Chris MacNeil, que tiene 32 años y es actriz de éxito, William Friedkin y Warner Brothers querían a Audrey Hepburn. Anne Bancroft fue otra opción, Jane Fonda lo rechazó y Shirley MacLaine era la más lógica, pues era amiga de Blatty. Este reconoció que Chris MacNeil y su hija Regan estaban basadas en MacLaine y en su hija Sacchi. 

Otra actriz amiga de Blatty fue Tippi Hedren, pero con esta terminó fatal. Se habían conocido a principios de la década de 1970 y eran tan cómplices, que él le dio a ella una copia de su novela inédita «El exorcista». A Tippi le encantó, se la enseñó entusiasmada a su entonces marido, el agente Noel Marshall, y le dijo que debería ayudar a Blatty, tanto en publicar la novela como en negociar los derechos cinematográficos. Cuando novela y película se convirtieron en un éxito, Blatty se negó a darle su tanto por ciento a Marshall, ya que nunca se firmó un contrato. Marshall le demandó y el caso se prolongó durante varios años. Un asunto que rompió el matrimonio. Tiempo después, Blatty se encontró con Hedren en una fiesta y ella se negó a saludarle.

Jason Miller, que debutaba en el cine con su papel del Padre Karras, contó que la mítica escena en la que Regan le vomita solo requirió una toma. El vómito estaba destinado a golpear a Jason Miller en el pecho, pero el tubo de plástico falló y le ensució toda la cara. Su reacción de conmoción y disgusto mientras se limpia el vómito es real. Miller estaba en pleno rodaje cuando le informaron que había ganado el Premio Pulitzer de Drama por su novela That Championship Season.

Linda Blair, de 12 años, recibió una nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto, pero se llevó el premio Tatum O’Neal con solo 10, y se convirtió en la ganadora más joven de la historia.

Vasiliki Maliaros, que interpreta a la madre enferma del Padre Karras, nunca había participado en una película. William Friedkin la descubrió en un restaurante griego y la eligió porque tenía un parecido asombroso con su propia madre.

La escena más famosa de la película está en la novela, es decir, es idea de William Peter Blatty: En el libro dice: “El hombre de edad seguía parado bajo la luz de la lámpara de la calle, en medio de la neblina, como un melancólico viajero congelado en el tiempo”. Es cuando el Padre Merrin sale de un taxi y se para frente a la residencia MacNeil, «bañada por un resplandor espeluznante». La escena fue utilizada para el cartel de la película. 

En la escena del arteriograma, el hombre con barba que asiste al médico es Paul Bateson, técnico de rayos X en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York, donde se filmó la mítica secuencia. Bateson resultó ser un asesino en serie cuyos crímenes fueron conocidos como «The Bag Murders». Estos asesinatos sirvieron de inspiración para el guion de Gerald Walker de la película Cruising (A la caza) (1980), que también dirigió William Friedkin. 

Antes del ya mítco baile de El Joker (Joaquin Phoenix) en las escaleras del Bronx (exactamente en el 1170 Shakespeare Avenue) en la película de 2019, las escaleras más famosas de la historia del cine eran las de la calle 36 de Georgetown (Washington D.C.), justo debajo de la ventana del cuarto de Regan (Linda Blair), por donde se precipitan varios personajes de la película. Como dijo Blair: “La gente viene de todo el mundo para ver esas escaleras”.

A Stanley Kubrick le ofrecieron dirigir la secuela, El Exorcista II: el hereje (1977), pero rechazó la oferta: “¿Qué podía hacer para superar la primera con su torrente de vómitos? ¿Vomitar en otros colores?”

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