Con Renfe a San Sebastián: Cónclave encierra el secreto que cambiará el mundo

En la Sección Oficial donde hemos viajado con Renfe, tu tren se ha presentado Cónclave, una de las películas que más van a dar de sí en la temporada de premios, bendecida por la crítica, entretenidísima y con un Ralph Fiennes digno merecedor de todos los premios (incluido el de interpretación en San Sebastián).

El Papa ha muerto y su gran amigo el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) es el encargado de organizar el Cónclave para elegir al sucesor. Así arranca este thriller ambientado en el Vaticano, un mundo de intrigas, juego sucio, trampas y frases peligrosas pronunciadas en susurros, en las esquinas y con mucho cuidado para que nadie te oiga.

Son tiempos peligrosos y Lawrence lo sabe. Está, por ejemplo, el cardenal Tremblay (John Lithgow), un candidato que tiene muchas posibilidades de ser el nuevo Papa… si no fuera porque la última reunión que tuvo el fallecido pontífice fue con él y algo pasó, algo que no se ha contado. También está el cardenal Bellini (Stanley Tucci), con muchas posibilidades, aunque piense que “nadie en su sano juicio quiere ser Papa”. El que sí quiere el puesto es el cardenal Tedesco (un extraordinario Sergio Castellitto), con ideas tan radicales y conservadoras que puede hacer peligrar la reforma liberar y apertura que inició el fallecido. También hay que tener cuidado con el cardenal Adeyemi (Lucian Msamati), que está perdiendo los nervios por un delicado asunto del pasado que puede salir a la luz. ¿Y qué pasa con Benítez (el mexicano Carlos Diehz), que fue nombrado cardenal por el Papa en secreto, destinado en los lugares más peligrosos del mundo (Congo, Bagdad, Kabul) y que ha llegado al Vaticano rodeado de un inquietante silencio?

El cardenal Tedesco, demasiado radical

Por último, no hay que dejar de lado a la Hermana Agnes (Isabella Rossellini), siempre al acecho, siempre guardiana. La hija de Ingrid Bergman se viste de monja casi 80 años después de que su madre fuera candidata al Oscar por interpretar a la hermana Mary Benedict en Las campanas de Santa María (1945). Una película muy diferente a esta. En este clásico de Leo McCarey el sacerdote que interpretaba Bing Crosby era encantador. El padre Chuck O’Malley, su personaje, no duraría ni un minuto entre los enredos de Cónclave.

Los cardenales Lawrence y Bellini. Amigos en medio de las traiciones.

Además de ofrecer algunas de las mejores interpretaciones del año, Cónclave es un fascinante y muy entretenido juego de sospechas entre los muros, un entre tinieblas hablado en inglés, italiano, latín y español (por eso conviene ver la película en versión original), un nombre de la rosa donde los peligrosos son los que realmente quieren el puesto y se sobreponen a todo, incluido una imitación de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en varias ciudades de Europa.

La hermana Agnes, siempre alerta

Cónclave es la nueva película de Edward Berger, cineasta alemán que triunfó con su anterior trabajo, la bélica y algo sobrevalorada Sin novedad en el frente (2022). Está basada en una novela de Robert Harris, un experto en bestsellers que es amigo de Roman Polanski (sus películas El escritor y El oficial y el espía están basadas en novelas suyas).

El cardenal Tremblay, demasiados secretos

Bellini le dice a su amigo Lawrence que, efectivamente, él dirige el Cónclave pero sospecha que no sabe “hacia dónde”. Hacia donde nos lleva la película es a la escena final, donde se desvela el gran secreto, un hecho que cambiará la historia de la religión católica y de la humanidad.

Cónclave se estrena en cines el 20 de diciembre.

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