El director de Prueba de vida (2000) regresa al cine negro con Sniff, la historia de un detective jubilado que interpreta Morgan Freeman. Como marca la tradición del género, Joe Mulwray, como se llama, vuelve a la acción para investigar en una lujosa comunidad de jubilados después de la misteriosa muerte de dos de sus residentes. El asunto se complica y se termina destapando un submundo oculto de sexo, drogas y asesinatos en esa comunidad adinerada controlada por el capo Harvey Stride y su incondicional femme fatale. Al Pacino y Helen Mireen forman pareja para dar vida a estos dos bichos. Completa el excelente reparto Danny De Vito, como el socio del detective.
El homenaje a los grandes clásicos está servido. Empezando por Mulwray, que era el apellido del personaje de Faye Dunaway en Chinatown (1974). La película ya ha sido calificada de “elegante reinvención del cine negro”. El director de Oficial y Caballero (1982) ha dicho en Variety que siempre ha sido un gran fan del cine negro y puntualiza que “realmente no he hecho nunca nada de ese género”. Aquí se olvida de Contra todo riesgo (1984), que era un remake de Retorno al pasado (1947).
Hackford, de 77 años y natural de California, y Mirren, de 77 y de Londres, llevan 25 años casados. El cineasta conoció a la que iba a ser su tercera esposa en el rodaje de Noches de sol (1985). Ambos están encantados con su nuevo proyecto. “Todo el concepto de ambientar una película de cine negro en una comunidad de jubilados de lujo… comunidades que están proliferando por todo Estados Unidos a medida que la generación de la posguerra se jubila. Hay mucho dinero y la gente quiere vivir en un entorno hermoso. Eso se ve en los folletos, pero lo que ha hecho el guionista Tom Gray es mostrar lo que acecha debajo de la superficie. Creo que es una idea brillante y Tom entiende la naturaleza del buen noir, la historia oscura y los personajes increíblemente retorcidos”.