El Universal Monsterverse, también conocido como Dark Universe, un intento del estudio Universal por recuperar sus grandes mitos del terror (Drácula, El hombre invisible, La momia, Dr. Jekyll y Mr. Hyde, la criatura del Dr. Frankenstein) y crear un universo conectado al estilo Marvel, era una muy buena idea. Sobre todo, para los fans de los clásicos de la casa Frankenstein (1931), Drácula (1931), El hombre invisible (1933), La novia de Frankenstein (1935), El hombre lobo (1941) y La mujer y el monstruo (1954), que iban a ser convenientemente revisitados y entrelazados en un mundo de Dioses y Monstruos, como rezaba la publicidad.

Pero la primera película de la saga no funcionó y todo el proyecto se hundió. La momia (2017) fue un inesperado fracaso. Ni Tom Cruise pudo salvar del desastre a esta superproducción dirigida por Alex Kurtzman, uno de los cerebros del Universal Monsterverse y creador de la serie Alias (2001-2004).
Fue entonces cuando entró en escena la compañía Blumhouse, dirigida por Jason Blum y líder en el cine de terror actual. La propuesta era hacer exactamente lo contrario a lo que habían hecho con La momia. El camino era el de las historias intimistas en producciones de bajo presupuesto, que es justo también lo opuesto a lo que están haciendo ahora Guillermo del Toro con su Frankenstein (2025) y Robert Eggers con Nosferatu (2024) y su nuevo proyecto sobre el Hombre Lobo, que rueda ahora con el título de Werwulf.

Contra todo pronóstico, El hombre invisible (2020), dirigida por Leigh Whannell, fue un éxito y abrió el camino para Hombre Lobo (2025). La idea era la misma: repite director, Leigh Whannell, poco presupuesto, un par de personajes en uno o dos escenarios y mucha tensión, algo de terror y nombres más o menos conocidos en el reparto, nada de estrellas millonarias. Elizabeth Moss y Oliver Jackson-Cohen en El hombre invisible y Christopher Abbott y Julia Garner en Hombre Lobo.

Hombre Lobo empezó con Derek Cianfrance como director y Ryan Gosling de protagonista. Cuando ambos abandonaron el proyecto entraron Leigh Whannell y Christopher Abbott. Aunque, como dice el director, “la brújula emocional de la película” es el personaje femenino, la mujer del protagonista, que es periodista y la interpreta Julia Garner. Para Whannell, el personaje de Charlotte es como el de Shelley Duvall en El resplandor (1980). Por eso buscaban a una actriz “capaz de absorber la empatía del público”. La actriz de Ozark, que acaba de triunfar con Weapons (2025), fracasó con la precuela de La semilla del diablo, Apartamento 7ª (2024) y fue Silver Surfer en la reciente Los 4 Fantásticos: Primeros pasos (2025), interpreta a la esposa del Hombre Lobo, atrapada en una cabaña aislada y dispuesta a proteger a su hija pequeña por encima de todo.
Blake es escritor, se desvive por su hija Ginger y pasa por una crisis en su matrimonio. El protagonista recuerda cómo de pequeño salía a cazar con su padre por los bosques de Oregón. Han pasado 30 años y Blake recibe una carta: su padre desaparecido hace años ya está oficialmente muerto. Lo siguiente que tiene que hacer es viajar a la granja para recoger las cosas de su padre. El sitio está en las montañas de Oregón, “un lugar fascinante”, dice. No diría lo mismo si supiera que ese es el estado donde estaba el hotel Overlook de El resplandor (1980) y donde Meryl Streep lo pasó realmente mal en Río Salvaje (1994).

En cualquier caso, la película se rodó en Nueva Zelanda. La idea central del guion de Whannell y de su esposa Corbett Tuck era transmitir la sensación de confinamiento y aislamiento que provocó la pandemia de COVID-19. También hablar de la enfermedad y la muerte, la paternidad y el matrimonio.
Otra cosa clara que tenía Whannell era que no quería efectos generados por ordenador para la transformación del hombre en lobo. Todo maquillaje, para desesperación de Christopher Abbott que ha confesado que el proceso no fue una experiencia agradable. «Se ve bien en pantalla, y ahora agradezco que hayamos usado prótesis reales. La película es mucho mejor. Pero es un proceso muy pesado. Lleva horas, y luego tienes que ir a rodar. El simple hecho de usar las prótesis durante horas es más agotador de lo que crees. Algunas partes de las prótesis son pesadas y te agobian. Físicamente, te sientes un poco atrapado, así que también es un maratón mental». En total, se necesitaban entre dos horas y media y siete, dependiendo de la etapa de la transformación. El modelo fue, por supuesto, Lon Chaney Jr. en la película original de 1941, David Naughton en Un hombre lobo americano en Londres (1981), Aullidos (The Howling) (1981) y Dog Soldiers (2002).
Hombre Lobo se ha estrenado en M+