Uno de los mayores disgustos que se ha llevado Andie MacDowell en su carrera fue cuando los productores de Greystoke: La leyenda de Tarzán (1984) decidieron que su acento del sur era muy marcado y que doblarían su voz en la película (Glenn Close fue la encargada de hacerlo). Era la primera película de esta ex-modelo que soñaba con ser actriz y no podía empezar peor. Cinco años después, llegó Sexo, mentiras y cintas de vídeo (1989) y todo cambió.
Andie MacDowell se convirtió en una estrella y todo el mundo quería trabajar con ella. Matrimonio de conveniencia (1990), Atrapado en el tiempo (1993), Vidas cruzadas (1993), Cuatro bodas y un funeral (1994)… Su hija Margaret Qualley nació el año del estreno de esta última, una clásica comedia que ya es inmortal.
Y ahora Margaret es actriz, tiene mucho éxito y ha trabajado con algunos de los mejores. Quentin Tarantino en Érase una vez en… Hollywood (2019), Claire Denis en Stars at Moon (2022), Yorgos Lanthimos en Pobres criaturas (2023) y ahora Ethan Coen en Dos chicas a la fuga.
Andie, de 65 años, quiso apoyar a su hija en la que muchos consideran la mejor interpretación de su corta carrera. Fue en la premiere celebrada en Nueva York, donde también estuvieron Beanie Feldstein (genial en su papel de Sukie, la ex novia del personaje de Qualley), Tricia Cooke (guionista y esposa del director), la otra protagonista de la película, Geraldine Viswanathan, y el director Ethan Coen.
