Un Padrastro para no olvidar

Todo empezó con un recorte de prensa. La noticia hablaba de un tipo de New Jersey llamado John List que había asesinado a su familia antes de desaparecer. List (1925-2008) cometió el crimen en 1971 y estuvo prófugo hasta 1989, cuando su perfil en el programa de televisión America’s Most Wanted (1988) provocó su captura. El tipo vivió bajo una identidad falsa y mantuvo las apariencias con su esposa después de perder su trabajo. Pero no asumió identidades múltiples, ni cometió más asesinatos, ni se convirtió en padrastro ni usó disfraces en su periplo como fugitivo. Sin embargo, List se volvió a casar, alegando que su primera esposa había muerto de cáncer. Finalmente fue detenido después de 18 años escondido y murió en prisión.

“Una novela sobre su siguiente familia sería interesante”, pensó la editora Carol Lefcour. El suceso tenía una conexión con la vida personal de Donald E. Westlake, pues su padre perdió el trabajo y no se lo dijo a su madre, aunque él no llegó al asesinato. Además, basó el personaje de Stephanie en su propia hijastra adolescente, con quien en ese momento no se llevaba bien. Pero el libro no salió adelante y Westlake escribió un guion pensando en la película Sammy Going South (1963), de Alexander Mackendrick. “Eso es lo que quiero para El padrastro (The Stepfather). Que no haya una gran preparación para la violencia. No debería haber mucha, pero cuando esta aparece debe pillar al espectador desprevenido”. Ejemplos: El brutal asesinato del psicólogo Dr. Bondurant (Charles Lanyer) en la casa que está en venta, la cuchillada a Jim Ogilvie (Stephen Shellen) y el golpe que le da Jerry (Terry O’Quinn) con el teléfono a Susan (Shelley Hack) al final de la película.

Terry O’Quinn, Shelley Hack y Jill Schoelen, ¿una familia perfecta?

Con el guion listo el proyecto se puso en marcha. El director elegido, Joseph Ruben, tuvo sus dudas porque no quería hacer una película de terror del montón, que es lo que parecía. Pero este cineasta que tras el éxito de El padrastro rodó el thriller judicial True Believer (1989), con James Woods y Robert Downey Jr., Durmiendo con su enemigo (Sleeping with the Enemy) (1991), con Julia Roberts, y El buen hijo (The Good Son) (1993), con Macaulay Culkin y Elijah Wood, consiguió elevar el tono y el resultado fue «la vigésimo segunda película más aterradora de todos los tiempos», según el Entertainment Weekly. En la lista de 2001 del American Film Institute aparece como una de las 100 películas estadounidenses más emocionantes.

Mucha culpa del éxito de la película la tuvo la magnífica interpretación de Terry O’Quinn, toda una oportunidad de lucimiento que, sin embargo, no cambió su carrera: «Aunque fue la primera vez que tuve un papel tan destacado en una película, realmente no me lanzó de ninguna manera. Hizo que la gente me llamara para interpretar a más psicóticos, y yo no quería convertirme en eso. Así que seguí pasando hambre durante un buen tiempo”. Eso se terminó cuando llegaron las series Millennium (1996-1999) y Perdidos (Lost) (2004-2010).

El padrastro tuvo una secuela estrenada en 1989 y un remake en 2009.

El Padrastro se puede ver en Filmin

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