Después de Cujo (1983), la gente no dejó de tener perro, pero tras Tiburón (Jaws) (1975) sí dejó de meterse en el agua. Esto es algo curioso, pero ya sabemos que la película de Steven Spielberg llegó muy lejos en los miedos de los espectadores. Antes de esa película, una de las más influyentes de la historia del cine, los tiburones salían en el cine como villanos. Sobretodo en las películas de James Bond y en las de tesoros escondidos en el mar. Sharksploitation (2023): cuando los tiburones dominaban el cine

La extraña historia de Marco
Por ejemplo, en Arma de dos filos (Shark!) (1969), un especialista fue devorado de verdad por un tiburón y las cámaras siguieron grabando. Según un artículo de la revista Life de 1968, José Marco, el doble de riesgo de Burt Reynolds, estaba en el agua con su equipo de buceo junto a un tiburón toro controlado, con la mala suerte que un tiburón blanco se coló entre las redes que protegían la zona y se lanzó contra el equipo de filmación antes de alcanzar a Marco y destriparlo. Los miembros del equipo intentaron alejar al bicho con lanzas, pero este no se inmutó. Marco fue llevado a un hospital en la cercana Manzanillo, México, donde murió dos días después. Sin embargo, una investigación detallada no reveló ningún registro oficial del ataque. Ningún registro de un doble llamado José Marco y ningún registro hospitalario del incidente. Life no hizo ningún comentario.
Pirañas, Orcas, Pulpos, Osos, Leones, Cocodrilos, Anacondas…
Esta y otras muchas anécdotas se cuenta en el interesante y divertido documental Sharksploitation (2023), un repaso a la fiebre de películas de tiburones que provocó la obra maestra de Spielberg, muchas de ellas muy malas. En este extraño y salvaje legado están todas las de animales acuáticos: Tentáculos (1977), Orca (1977), Piraña (1978), Killer Fish (Voracidad) (1979), Deep Blue Sea (1999), Lake Placid (1999), Anaconda (1997), L’ultimo squalo (1981), 47 Meters Down (2017), Meg (2018), Tintorera (1977), Mako: Jaws of Death (1976), Shark Kill (1976), Open Water (2003), The Reef (2010) y las excelentes Infierno Azul (The Shallows) (2026) y Crawl (2019). Esta última fue para Quentin Tarantino la mejor película de 2019.
Está muy bien que también se incluyan clásicos como la siempre en nuestros corazones Grizzly (1976), que no era otra cosa que un remake de Tiburón, pero en la montaña. Y Los demonios de la noche (The Ghost and the Darkness) (1996), otra inteligente nueva versión, pero en la sabana africana.
Sharksploitation se puede ver en Movistar+
Sharksploitation (2023): cuando los tiburones dominaban el cine