Oso vicioso y otros osos del montón

Cocaine Bear, directed by Elizabeth Banks.

El estreno de Oso vicioso es posible que vuelva a poner de moda a esos animales en el cine. Nos han dicho que este oso que se ha merendado unos buenos kilos de cocaína es aterrador (ahí le tienen, en la foto), pero esperemos que lo sea igual que aquél oso que atacaba a Leonardo Dicaprio en El renacido (2015). Un brutal momento comparable a otras secuencias míticas que han provocado un enorme impacto en el espectador, como los primeros minutos de Tiburón (1975), la ducha de Psicosis (1960) o la bofetada de Gilda (1946), cada una de ellas encuadradas en su época, claro.

Leo declaró que antes de rodar esa brutal escena, Alejandro G. Iñárritu estudió cientos de vídeos de ataques reales de osos a humanos. Lo que seguro que no hizo el director mexicano fue ver Grizzly (1976), una película de serie B, pésima para unos, de culto para otros, rodada a raíz del éxito del tiburón de Spielberg (no sólo llegaron osos, también orcas, pirañas, pulpos, arañas, ratas, conejos…). Ella es la «madre» de todas las que vinieron después, incluida Oso vicioso.

Buena o mala, la película de William Girdler fue la de mayor éxito de todas las independientes que se rodaron en 1976, con una recaudación de 39 millones de dólares, cuando costó hacerla 750.000. Todo un récord que ostentó durante dos años, hasta la llegada de Halloween (1978). Como era de esperar, propició una secuela la, esta sí, lamentable Grizzly II: The Concert (1987), en la que salían unos jovencísimos Charlie Sheen, Laura Dern y George Clooney (por lo menos hay que felicitar al director de casting y su buen ojo). El primero de ellos dijo años después: «Aquella película fue un auténtico pedazo de mierda».

Grizzly puso de moda los osos y más concretamente ese tipo, uno de los más grandes del planeta que vive en las tierras altas de Norteamérica, puede llegar a pesar 680 kg y medir hasta 2,4 metros. Aunque las «hijas» de esa película tardaron en llegar.

Backcountry (En el bosque sobrevive) (2014) es sensacional, con una pareja (Miss Peregrym y Jeff Root) de acampada en los bosques de Canadá. La escena del ataque con los protagonistas dentro de la tienda es realmente angustiosa y está a la altura de la de El renacido.

Into de Grizzly Maze (2015) también es muy entretenida y es una especie de remake / homenaje al Grizzly de 1976. Aunque el proyecto empezó con objetivos ambiciosos (Adrien Brody y Gerard Butler iban a ser sus protagonistas), al final fueron James Marsden y Thomas Jane los encargados de interpretar a los dos hermanos acosados por un oso Grizzly en tierras de Alaska. El título original de esta película iba a ser «Red Machine», apodo con el que Timothy Treadwell (cuya trágica historia contó Werner Herzog en 2005 en el estupendo documental Grizzly Man) se refería a un enorme oso que, según dicen, fue el que le terminó devorando.

También están Grizzly Rage (2007) y Grizzly Park (2008), las dos muy malas, aunque la segunda cuenta con la presencia de Susan Blakely.

Y para terminar, no olvidemos la escena del ataque del oso a Alec Baldwin y Anthony Hopkins en El Desafío (1997). Esta sí la debió de ver Iñárritu.

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