Luke Evans (Reino Unido 1979) es una estrella de cine. Atípica, pero estrella. El chico de Gales que conquistó Hollywood. Empezó en el cine con una frase en el Robin Hood (2010) de Ridley Scott, luego fue Aramis en la versión de Los tres mosqueteros (2011) de Paul W.S. Anderson, Zeus en Immortals (2011) y por fin la seguridad que garantiza estar en franquicias de éxito, en su caso Fast & Furious y El Hobbit.

Luke en Madrid
Luke debe tener cara de villano (o de hombre siniestro que esconde secretos inquietantes) porque le llaman mucho para ese tipo de personajes. Ahí están Drácula: La leyenda jamás contada (2014), La chica del Tren (2016) o La bella y la bestia (2017). También ha pasado por las series El alienista y Nueve perfectos extraños.
El actor presentó en Madrid su libro autobiográfico El chico de los valles de Gales (editorial Ediciones Camelot), donde repasa su infancia en Aberbargoed, un pequeño pueblo del sur de Gales, hijo único educado por unos padres que pertenecían a la iglesia de los Testigos de Jehová, adolescente gay y finalmente joven liberado gracias a su llegada a Londres y el descubrimiento del teatro (más concretamente el musical).
Pero Luke no vende una infancia de Dickens ni una historia de terror, aunque sufrió acoso escolar por dos frentes: su condición sexual y su religión. “Espero que este libro haga que la gente se dé cuenta de que puedes encontrar esperanza incluso cuando crees que nada va a salir como quieres”, comenta el actor.

Un mundo para el verdadero Luke
El problema es que nadie sabía que era gay y que en su casa no se celebraba nada (siguiendo la doctrina de los Testigos de Jehová). Luke no festejó su cumpleaños hasta que cumplió los 18 y ya era un hombre independiente en Londres. Según cuenta, siendo niño sabía que había algo más para él, que debía haberlo. Más allá de las fronteras de Aberbargoed tenía que existir un mundo para el verdadero Luke Evans, sin máscaras. Esa esperanza nada fundada le salvó. “Me acosaron por ser gay antes de que entendiera lo que significaba”.
En 2002 dio un paso que muchos otros (y no digamos en otra época, como la que vivió Rock Hudson, un actor que Evans menciona mucho) ni siquiera se imaginan dar: Mientras formaba parte del reparto del musical Taboo, confesó en una entrevista para la revista gay The Advocate que era abiertamente homosexual y habló de su experiencia al haber sido criado por padres que pertenecían a la iglesia de los Testigos de Jehová (donde la homosexualidad ni se contempla).
“Bueno, era algo de lo que había hablado con mucha gente, incluido mi novio de entonces, pero cuando conseguí un papel en el musical Taboo, sabía que, aunque mi personaje fuera heterosexual, todos me conocían como gay porque en mi vida en Londres nunca intenté ocultarme… Sabía que tendría que dar entrevistas a revistas gay; sabía que esto iba a pasar. Así que pensé: «Bueno, tendré que ser abierto. Es lo que soy». Y si a la gente no le gusta, entonces no quiero sus trabajos. Nunca he sido muy bueno mintiendo”.

Estrella de acción gay
En 2014, hizo algo todavía más valiente, entre otras cosas porque ya tenía encauzada una carrera en Hollywood. Entonces Evans volvió a hablar de su condición de estrella de acción gay. En una entrevista en Women’s Wear Daily, cuando le preguntaron si estaba creando un precedente para los actores homosexuales interpretando papeles de acción, respondió: «Es bueno que la gente me vea y piense que este tipo está haciendo lo suyo, disfrutando de lo que hace, teniendo éxito y viviendo su vida. Y eso es lo que hago y soy muy feliz».
“La mayoría de los hombres tienen algún tipo de inseguridad. Pero nos crían para no exponerla”. Él parece no tener ninguna ya. Pareja del modelo español Jon Cortajarena en 2014, al que en el libro define como “una persona adictiva, única, seguro de sí mismo, divertido y muy tierno”, ahora vive en en el barrio madrileño de Malasaña y comparte su vida con el arquitecto e interiorista español Fran Tomás.

Entre Antonio Banderas y Richard Gere
Luke Evans se parece físicamente a Antonio Banderas. En el aspecto geográfico, es también como Richard Gere. Él es otra celebridad que ha elegido España para vivir temporadas (también tiene casa en Portugal). Eso cuando su trabajo lo permite porque Luke es uno de esos actores internacionales que trabajan por todo el mundo. En Reino Unido ha rodado World-Breaker, aventuras post apocalípticas con el sello de Brad Anderson (El maquinista) donde interpreta a un padre que esconde a su hija en una isla para mantenerla a salvo mientras la equipa para la supervivencia. Con Teresa Palmer, Russell Crowe y Aaron Paul ha rodado en Australia la película Bear Country, drama de acción sobre los cárteles de la droga. Y en España le espera el drama bélico Traction, con Noomi Rapace.