El crimen de la calle de Bordadores (1946) es una gran película de Edgar Neville (1899-1967) inspirada en un suceso real ocurrido en 1888. Es un true crime de manual, ahora que está tan de moda ese término. La película se puede ver en Movistar +.
Una moda que viene de muy lejos
El true crime está de moda. Las plataformas, con Netflix a la cabeza, inundan su programación con sucesos reales, ya sea en formato serie o película de ficción inspirada en los hechos o como documental de varios episodios. Parece que el true crime es un invento de nuestros días, pero, por lo menos en el cine español, existe desde siempre. Si ahora triunfan El caso Asunta (2024), El cuerpo en llamas (2023), La viuda negra (2025) o La virgen roja (2024), hace años lo hacían El crimen de Cuenca (1980), Los invitados (1987) o la serie de televisión La huella del crimen (con una primera temporada de seis episodios estrenados en 1985, una segunda de cinco capítulos estrenados en 1991 y una tercera con tres casos que vimos entre 2009 y 2010).

La Huella del Crimen
Precisamente, el episodio cinco de la primera estaba dedicado a El crimen de la calle Fuencarral. En julio de 1888 apareció el cadáver de la viuda doña Luciana Borcino en su piso del número 109 de dicha calle. Fue detenida la sirvienta, Higinia Balaguer Ostalé, y el juicio sensacionalista acaparó las portadas de todos los periódicos, incluidas crónicas del escritor Benito Pérez Galdós y el público dividido entre los que creían en la inocencia de la acusada o en su culpabilidad.

Edgar Neville cambia de calle
La película de 53 minutos incluida en La huella del crimen estaba dirigida por Angelino Fons, con Carmen Maura como Higinia. Pero este caso tan mediático ya había llamado la atención de un gran director, uno de los mejores de la historia de nuestro cine. Edgar Neville escribió un guion inspirado en el crimen en 1936. El texto fue rechazado varias veces por la censura. Por fin, en 1946, Neville pudo dirigir su ansiado proyecto.

El crimen de la calle de Bordadores comienza con una escena donde varios transeúntes se reúnen en la calle alrededor de un orador que está narrando un truculento crimen pasional acompañado por una pizarra con viñetas. El crimen del lugar nuevo se llama y con este momento tan revelador Neville caricaturiza la obsesión del público por este tipo de historias (como ahora). “Los periódicos tuvieron mucho que decir en el caso y Neville aprovecha esa circunstancia para ironizar sobre el incipiente amarillismo, que entonces ni siquiera se llamaba así”, cuentan Santiago Aguilar y Felipe Cabrerizo en el magnífico libro La Codorniz. De la revista a la pantalla (y viceversa), ediciones Cátedra en colaboración con la Filmoteca española. Este es uno de los mejores que se han escrito nunca sobre cine español.
En la película de Neville, además de cambiar el nombre de la calle, el crimen se comete con una plancha en la cabeza de la viuda y Petra, la criada detenida, tiene una historia detrás de lo más truculenta con ecos lejanos a Mildred Pierce, tanto de la novela de James M. Cain de 1941 como la película de Michael Curtiz de 1945.
Julia Lajos y Antonia Plana, dos grandes actrices
La viuda con dinero se llama Marianita y la interpreta con todo el carisma del mundo Julia Lajos, actriz fetiche del director. Aunque la protagonista sea una florista y lotera a la que llaman “Lola la Billetera” (Mary Delgado), enredada con un canalla chulo y engatusador (Manuel Luna) que ha intentado sobrepasarse con ella mientras estaba borracha en el local de copas La Bombilla, lo cierto es que la función se la lleva de calle la actriz Antonia Plana en el papel de la criada Petra. Mediante un flashback conocemos su historia y luego ya entramos de lleno en la noche del crimen en la Calle de Bordadores número 12, con los sospechosos y un tema de fondo (la viuda rica y el amante aprovechado) que recuerda a Testigo de cargo, tanto el libro de 1948 y la obra de 1953 de Agatha Christie como la película de Billy Wilder de 1957.
True Crimen, juicios, melodrama y una francesa siniestra
Edgar Neville mezcla el true crime, la película de juicios y el melodrama más desaforado donde hasta aparece el naufragio en 1921 del vapor Santa Isabel en las costas de Galicia que dejó 213 víctimas. Hay una siniestra mujer francesa interpretada por Monique Thibaut que se dedica a algo parecido al tráfico de mujeres. La señora capta chicas, las saca de Madrid y luego las deja tiradas en una esquina de Buenos Aires.