Contaba divertida Emily Watson en plena promoción de Everest (2015) que en esa superproducción sobre escaladores basada en hechos reales ella tenía algunas escenas de riesgo, pero pocas, apuntaba. “En general no soy de hacer locuras… Bueno, trabajé con Lars von Trier, y eso contabiliza”. Efectivamente, el director danés tiene fama de excéntrico e imprevisible, sus películas son arriesgadas, polémicas y no aptas para todo tipo de público, ni para todo tipo de intérpretes, pero estos ganan premios en festivales, así que puede merecer la pena. Después de Anticristo (2009), película que provocó un monumental escándalo, el director comenzó a preparar Melancolía (2011), la historia de dos hermanas, su tensa relación y de fondo la destrucción de la Tierra, el fin de todo. El propio director confesó que escribió el guion puesto hasta arriba de alcohol y drogas, aunque lo cierto es que el provocador cineasta ha dicho lo mismo en la promoción de muchas de sus películas.
Kirsten Dunst contó que llegó a la prueba para el papel de una de las hermanas recomendada por Paul Thomas Anderson. La actriz se merece todo lo bueno que le dio esta película porque, al igual que su personaje, luchó contra una depresión y completó el tratamiento poco antes de aceptar el papel. Además, también confesó que le daba miedo trabajar con Lars von Trier porque todo el mundo comentaba que torturaba piscológicamente a las actrices. Cuando lo conoció por primera vez se sorprendió por las barbaridades que decía, pero entendió que no se hacen las películas que él hace con una personalidad políticamente correcta. Al final, la actriz hablaba de un director sensible, divertido y amable. Para el papel de la otra hermana eligió a la francesa Charlotte Gainsbourg, aunque en un momento del casting estaban sobre la mesa los nombres de Olga Kurylenko y Penélope Cruz. Con respecto a la española el director lo tenía claro: la quería en su película. Incluso llegó a citar como fuente de inspiración la obra de Jean Genet Las criadas porque precisamente fue Cruz la que le animó a dirigir su adaptación al cine (cosa que todavía no ha hecho). Pero entonces, llegaron unos piratas con toda su artillería pesada y la actriz española acudió a la poderosa llamada de Hollywood. Lars von Trier, por supuesto, se enfadó o por lo menos hizo como que lo estaba. “Penélope Cruz contactó conmigo porque quería trabajar en una de mis películas. Es una actriz que me gusta mucho. Lo tiene todo muy claro. Pensé que Melancolía era perfecta para ella. Pero se echó atrás. Nunca sabré si por miedo. Lo cierto es que le salió Piratas del Caribe, de la que me reservo mi opinión, y ¡hasta la vista Baby!”.
Kirsten Dunst ganó el premio de interpretación en el Festival de Cannes por Melancolía y Penélope Cruz sustituyó a Keira Knightley en la millonaria saga. Y ahí nació otra polémica. La actriz inglesa quiso dejar clara su ausencia: “No abandoné la cuarta entrega de Piratas del Caribe, me abandonaron ellos. Simplemente no me llamaron”.