Charlie Sheen y su sinceridad tormentosa

¿Sabías que Charlie Sheen estuvo a punto de protagonizar Karate Kid (1984)? ¿Y que el actor en un momento determinado se convirtió en el mejor pagado de la historia de la televisión, cobrando 2 millones de dólares por episodio de la sitcom Two and a Half Men (Dos hombres y medio)? Todo eso y mucho más nos lo cuenta el propio Sheen en el documental dividido en dos partes (de hora y media cada una) aka Charlie Sheen.

En él, el hijo de Martin y hermano de Emilio Estevez se desnuda ante nosotros para contarnos todo. Una vida de locos expuesta sin censura. Se agradece la sinceridad. Al principio Sheen avisa de que no habrá ningún tema tabú y cumple con creces. El protagonista de Platoon (1986) se abre en canal y uno no puede dejar de alucinar con la vida de este rebelde de Hollywood que ha vivido a tope y ha sobrevivido de milagro. Debería estar muerto, se oye a menudo en el documental por lo mucho que se ha pasado.

Hijo de una estrella de Hollywood cuyo destino, al igual que el de otros y otras “cachorros” en su misma situación (Jamie Lee Curtis, Melanie Griffith, Liza Minnelli, Drew Barrymore, Kiefer Sutherland, Robert Downey Jr., Sean Penn y su hermano Chris) parecía marcado por una espiral de autodestrucción. Niños y niñas ricos, de la élite de Hollywood, que se lo pasaban en grande ya desde los doce años y hacían lo que les daba la gana porque sus papás y mamás estaban demasiado ocupados en fiestas glamurosas para ocuparse de ellos. La historia de siempre, más antigua que el propio Hollywood.

En el documental, de una sinceridad tormentosa, como dijo un crítico de televisión, Sheen nos habla sin tapujos de la complicada relación con su padre Martin Sheen, de sus recuerdos en el rodaje de Apocalypse Now (1979) como un niño de doce o trece años, de un cameo decisivo de tres minutos en Todo en un día (Ferris Bueller’s Day Off) (1986) que cambió su vida, de que firmó el contrato para protagonizar Wall Street (1987) en una servilleta en medio de la selva donde rodaba Platoon (1986), y de su salvaje amistad con Nicolas Cage, del que dice que no le importan las opiniones de los demás. Su amigo de juergas dice por su parte de Sheen que es “como un tren descarrilado”. Nos enteramos también de que su hermano Emilio Estevez fue la primera opción para protagonizar Platoon y de lo que pasó realmente con el escándalo que sacudió Hollywood con él y la madame Heidi Fleiss de protagonistas.

Laura Dern, Charlie Sheen y George Clooney a punto de ser devorados por un oso defectuoso

Cuando el cine pasó de él, llegó la televisión con las series Spin City (2000-2002), por la que consiguió el Globo de Oro, el único premio que ha recibido en toda su carrera, y Dos hombres y medio. Sheen, “icono de decadencia”, como le define Jon Cryer, es “como Dean Martin”, dice el productor Chuck Lorre. Tiene estilo y carisma, aunque sea un bandarra. Hasta su segunda esposa, la actriz Denise Richards, protagonista de Starship Troopers (1997), Juegos Salvajes (Wild Things) (1998) y El mundo nunca es suficiente (The World Is Not Enough) (1999) y casada con el actor entre el 15 de junio de 2002 y el 30 de noviembre de 2006 suelta ante las cámaras lágrimas de emoción recordando su matrimonio con el actor, aunque su divorcio fuera uno de los más tormentosos de Hollywood. “Sigue grabando, es un puto documental”, dice la actriz mientras llora desconsolada.

Entre las muchas anécdotas que dejan las tres horas de confesiones sin pausa, vamos a destacar la de Grizzly II. Secuela de Grizzly (1976), que fue en su día la película independiente de mayor éxito financiero, -recaudando 39 millones de dólares en taquilla a nivel mundial y batiendo varios récords hasta que Halloween (1978) se los quitó dos años después-, es la película que representa el debut oficial de Sheen en el cine, lo primero que hizo tras anunciar a sus padres que quería ser actor. Rodada en Budapest entre 1981 y 1982, está considerada una de las peores de la historia, aunque hay que reconocer el buen ojo del productor a la hora de elegir a sus jóvenes protagonistas. Hasta Budapest viajaron para ser devorados por un oso, además de Charlie, unos casi adolescentes George Clooney y Laura Dern.

Al día siguiente de que llegaran a Hungría para empezar a rodar, el coproductor, Joe Proctor, comunicó que se habían quedado sin dinero y se largó, dejando tiradas a las 300 personas que formaban el equipo. El rodaje lo salvó un inversor japonés y Clooney, Dern y Sheen arrimaron el hombro para que todo saliera adelante, aunque el oso grizzly animatrónico nunca funcionó correctamente. Sheen recuerda cómo ayudaba hasta para mover las cámaras… El problema es que el gobierno húngaro confiscó la mayor parte del equipo por impago de facturas. El rodaje se paró definitivamente y el material ya filmado no se recuperó hasta 2020. Por suerte para ellos (Clooney, Dern y Sheen), sus personajes mueren en los primeros 5 minutos. Alguien dijo que “es tan mala que tienes que verla”, aunque el más certero fue un espectador que apuntó: «si vas a hacer una película sobre osos asesinos, recuerda destinar algo de dinero para los efectos especiales relacionados con los osos».

Por culpa de ese contrato con Grizzly II, Sheen no pudo aceptar la oferta de protagonizar una pequeña película sobre un chico llamado Daniel LaRusso que sufre bullying y encuentra una vía de escape en las artes marciales.

Aka Charlie Sheen (2025) se puede ver en Netflix

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