Si una película se vende como la nueva del director de Top Gun: Maverick, protagonizada por una de las pocas grandes estrellas masculinas del cine actual (equiparable a Tom Cruise) y con algunas de las escenas más espectaculares jamás filmadas en una pista de carreras de coches, entonces lo más seguro es que ganemos todos.
Brad Pitt no es el primer actor loco por la Fórmula 1 y las carreras de coches que vuelca su afición en el cine. Steve McQueen lo hizo en Le Mans (1971), Paul Newman en 500 millas (1969) y Tom Cruise en Días de Trueno (1990).
Aunque esta vez en F1 han ido un poco más lejos. Para empezar cuentan con la colaboración de los pilotos más famosos del momento, con Lewis Hamilton a la cabeza como productor, actor en un pequeño papel y asesor.