Sandra Bullock no se corta al hablar de esta película suya: dice que es una porquería

LONDON, ENGLAND – MARCH 31: Sandra Bullock attends the UK Special Screening of «The Lost City» at Cineworld Leicester Square on March 31, 2022 in London, England. (Photo by Gareth Cattermole/Getty Images for Paramount Pictures)

En 1994, el estreno de Speed convertía en estrellas a sus dos protagonistas, Sandra Bullock y Keanu Reeves. La película tuvo un presupuesto de 30 millones de dólares y sólo en Estados Unidos recaudó 121. En el mundo superó los 350 millones. Estaba claro que había que hacer una secuela. Cómo se hizo esta segunda parte es una historia de lo más divertida, y serviría para hacer una película aparte.

Sandra Bullock repitió su papel de Annie, que cambia el autobús por un crucero con su nuevo novio, que es un agente de policía de lo más eficiente. Pero la actriz no estaba interesada en cruceros y dijo en una entrevista que Speed 2 (1997) es «la mayor mierda jamás realizada» y confesó que la hizo solo y exclusivamente por dinero. Lo cierto es que con lo que le pagaron ayudó a financiar lo que de verdad quería hacer, la comedia romántica Hope Floats (Siempre queda el amor) (1998). La actriz recibió 11,5 millones de dólares por subirse al enorme barco.

El primer problema de Speed 2 (1997) es que está Sandra, pero no Keanu Reeves. El actor rechazó la oferta (le ofrecieron 12 millones de dólares, pero dijo no después de leer el guion) y prefirió protagonizar Pactar con el diablo (1997), que se filmó al mismo tiempo. La negativa del actor hizo estallar de furia a los ejecutivos de Fox, el estudio productor, que acusaron a Keanu de jugar sucio e irse de gira con su banda de música, Dogstar, para no comprometerse con la película.

El guion se tuvo que cambiar para buscarle un nuevo novio a Annie. Jon Bon Jovi, Christian Slater y Matthew McConaughey fueron considerados para el papel y al final el elegido fue Jason Patric, que es uno de los actores con peor suerte de toda la historia de Hollywood.

Jason aceptó pero sólo si se realizaban algunos cambios en el guion. Tres meses después, el actor llegó al set en su primer día de trabajo y descubrió que no se había cambiado nada. Es normal que, según sus palabras, encontrase toda la experiencia completamente miserable y deprimente.

Pero no hay mal que por bien no venga y, como Sandra, Patric utilizó todo lo que le pagaron para financiar Amigos y vecinos (1998), que costó cinco millones y es excelente. Es más, en ella el actor tiene un monólogo en una sauna que es lo mejor que ha hecho nunca este buen actor hijo de Jason Miller, el inolvidable Padre Karras de El Exorcista (1973).

Otro problema de Speed 2 es que parece producida por Cannon, ideada en los despachos de Yoram Globus y Menahem Golan como solían preparar los primos sus proyectos, es decir, mezclando conceptos de éxitos anteriores. En este caso, La aventura del Poseidón + La jungla de cristal. Pero no es de Cannon, es de Fox, y eso lo cambia todo.

Por eso Speed 2 está considerada una de las peores secuelas jamás realizadas, aunque hay que decir que es tremendamente divertida, sobre todo cuando, a la primera de cambio, Willem Dafoe, en su papel de psicópata vengativo, tira por la borda al capitán del barco.

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