¿Puede ser Presence la película de terror del año?

Pues si nos guiamos por las reacciones que la película ha provocado en el Festival de Sundance, la respuesta es sí.

Y si miramos a la gente que está detrás de la película, también. Son Steven Soderbergh en la dirección y David Koepp en el guion. El primero es uno de los grandes del cine americano moderno, Oscar por Traffic (2001) y capaz de salir airoso de todo tipo de empresas, ya sea en el cine más independiente, Sexo, mentiras y cintas de vídeo (1989), el más comercial, la saga Ocean’s, o cualquier género y trama, Contagio (2011), Efectos secundarios (2013), Erin Brockovich (2000).

David Koepp es director (El último escalón, La ventana secreta) y un guionista que en Hollywood se lo rifan (Malas influencias, Jurassic Park, Mission: Impossible, La habitación del pánico, Ángeles y demonios y los últimos Indiana Jones).

Presence ha unido a estos dos grandes cineastas, pero esta no es una gran producción, es una película pequeña, rodada en sólo 3 semanas y casi en su totalidad dentro de una casa.

Lucy Liu es el nombre más conocido del reparto de esta «Ghost Story» sobre una familia que se muda a una casa poseída por una entidad sobrenatural. Nada del otro mundo, esa historia se ha contado mil veces, pero en manos de Soderbergh y Koepp parece que la cosa promete. En Sundance, un pobre espectador abandonó la sala exclamando: «No puedo soportar este estrés a estas horas de la noche».

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