María Estévez (Cannes)
Almodóvar llegó cabalgando al Festival de Cine de Cannes el miércoles con su cortometraje Extraña forma de vida, empujando los límites de la representación LGBT en el género occidental.
Ethan Hawke y Pedro Pascal interpretan a un sheriff y un ranchero con un pasado romántico, que se reencuentran después de 25 años. Si bien está claro que su pasión sigue viva, las circunstancias parecen conspirar contra la pareja.
En la sala Debussy del Palacio del Festival, Almodóvar y Hawke se subieron al escenario para hablar con los presentes después del estreno mundial. El director dijo que la premisa de la película nació de una pregunta que le hace Heath Ledger a Jake Gyllenhaal en Brokeback Mountain: «¿Qué harían dos hombres trabajando en un rancho?». Y agregó que su corto no tenía ninguna otra similitud con la premiada cinta de 2005.
“Quería rodar un western clásico en el que se hablara del deseo entre dos vaqueros. Normalmente, en los westerns clásicos, las mujeres siempre tienen papeles secundarios y no se habla del deseo entre hombres. Eso es lo que quería hacer”, comentó el manchego. Cuando le preguntaron si consideraba el corto como el primer western verdaderamente queer, Almodóvar asintió, señalando la larga discusión íntima entre ambos personajes tras una noche orgiástica. “En El Poder del Perro, de Jane Campion, su sexualidad es ambivalente. Nunca hablan de deseo y, por supuesto, nunca tienen sexo”, dijo en alusión a la relación entre Benedict Cumberbatch y el personaje de Kodi Smit-McPhee.
También admitió otros detalles importantes de su historia. “Creo que es la primera vez en un Western donde ves a dos hombres haciendo la cama”, dijo refiriéndose a una escena, que transcurre por la mañana después de un noche de pasión entre los dos hombres. “Es una escena muy importante porque para el personaje de Jake (Hawke), hacer la cama es una forma de borrar lo que pasó la noche anterior, mientras que para Silva (Pascal), es todo lo contrario. A lo largo de la escena, hablan de lo que pasó en la cama”.
Almodóvar también se refirió al renacimiento del género. “Es interesante, hace 10 años la gente decía que el western estaba muerto, pero en los últimos cinco hemos visto The Rider, de Chloe Zhao, El Poder del Perro y First Cow, de Kelly Reichardt. Son tres cineastas con una visión diferente”.
Para Hawke, trabajar con Almodóvar es algo único. “Cuando recibí el guión y la invitación para participar, salí a caminar y pensé que había hecho algo correcto en mi vida para recibir este correo electrónico. Estaba muy agradecido”, dijo entre aplausos. “Muchos westerns contemporáneos parecen imitar películas antiguas, pero Almodóvar tiene una voz original con la cámara, una historia original que contar. Todas sus historias son profundamente humanas”. Cuando se le pregunta si piensa que los protagonistas terminan juntos, Hawke responde: “En eso él y yo no estamos de acuerdo. Yo creo que se van a quedar juntos”.
En ese sentido, Almodóvar desarrolla una posible secuela, larga e imaginativa, en la que los personajes se ven separados por las circunstancias y terminan en México persiguiendo a un criminal. “No sé si acabarán juntos, pero estarán libres de esta pesadilla”, concluye.
