Pues menudo lío porque Babygirl efectivamente se presenta con todos los honores en el Festival. “Hay algo en mí que me dice: Vale, esto se hizo para la gran pantalla y para verla con gente. Pero luego pienso: es como estar en la cuerda floja. No estoy segura de tener tanta valentía”. Suena como si estuviera decidiéndolo sobre la marcha durante la primera entrevista que ha ofrecido sobre la película. “He hecho algunas películas que son bastante reveladoras, pero no como esta”.
La actriz se enfrenta a un nuevo reto en su ya extensa carrera. Nada menos que un drama erótico en el que da vida a Romy, una exitosa directiva que inicia un romance secreto con su joven becario, a pesar del riesgo y los prejuicios, y a espaldas de su marido.
Harris Dickinson es el joven y Antonio Banderas interpreta al marido. El primero está tan de actualidad que es difícil aventurar hasta dónde va a llegar en su carrera. Todo empezó de verdad para él con El triángulo de la tristeza (2022) y acaba de terminar el rodaje de Blitz, la nueva película del muy considerado Steve McQueen, una drama sobre la II Guerra Mundial.
En Babygirl podremos ver a una audaz y provocativa Kidman que, a pesar de su experiencia y su éxito, ha expresado nerviosismo por el contenido explícito de la película, sugiriendo que es un trabajo que preferiría mantener en privado. Este drama erótico explora los límites de la sexualidad y el poder y ha generado grandes expectativas. Kidman reflexiona sobre las intensas emociones involucradas en su interpretación y el impacto que puede tener en la audiencia.
Por su parte, Antonio Banderas interpreta un papel crucial, destacando su capacidad para transmitir emociones complejas (como casi siempre ha hecho, sobre todo en Dolor y Gloria, por la que fue nominado al Oscar). Un actor experimentado que aporta una profundidad significativa a la película, complementando el enfoque audaz de la historia. Su presencia en el film añade un peso emocional y contribuye al tono oscuro y erótico del mismo.
Harris Dickinson, por su parte, nos ofrece un personaje que añade una dinámica crucial al desarrollo de la trama, al dejar claro, desde el principio, el deseo que siente por su jefa.
Y luego está el trabajo de Halina Reijn, la directora, conocida por su enfoque audaz y su habilidad para explorar temas sombríos y complejos, como ya hizo en Instinto (2019), sobre otra relación prohibida y peligrosa, esta vez entre una psicóloga con el delincuente sexual que está tratando en una institución penal. La cineasta danesa ha escrito también el guión de Babygirl.
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