¿Te interesaría tener una aventura?, le suelta Candy Montgomery casada y con una hija a Allan Gore, casado y con una hija (las niñas son muy amigas) de sopetón. Estamos en el pequeño pueblo de Wylie, en Texas, donde todos los vecinos se conocen, viven en barrios residenciales con jardines, cantan en el coro de la iglesia metodista de la ciudad de Lucas, a 15 kilómetros, los matrimonios que allí acuden son amigos, celebran Halloween y alucinan con Grease (1978), la película del momento que está batiendo récords y todo el mundo quiere y tiene que ver.
Así que Candy y Allan inician una aventura secreta y emocionante. La primera regla es que nada de implicarse emocionalmente porque, como dice él, “Betty, mi mujer, es la mejor esposa del mundo”. En cualquier caso, más allá de las buenas intenciones, Jackie Ponder, la reverenda, centro moral de todos y amiga de Candy, exclama cuando se entera del romance secreto: “Esto no va a terminar bien”.
Love & Death es un True Crime de manual, siete episodios para contarnos la verdadera historia de Candy Montgomery, la mujer modelo de conducta, líder de la comunidad, ejemplo de ama de casa ideal, que el 13 de junio de 1980 asesinó a hachazos a Betty Gore, la mujer del que había sido su amante. Aunque en el momento del crimen Candy y Allan ya había roto su relación, Betty llevaba unos días “un poco en plan como Joan Crawford”, en palabras de la propia Candy. Es decir, cabreada y furiosa. A Candy la llamaron “la asesina del hacha” y hasta los niños se disfrazaban de ella en Halloween. Así que la buena y entregada señora de pronto estaba compitiendo con Michael Myers (que nació para el cine en 1978) y Leatherface (1974) por ser el disfraz más vendido de las fiestas.
“Esto es Texas, la gente puede perdonar el asesinato, el adulterio no tanto”, le dice en un momento de la serie Don Crowder, abogado y amigo de los Montgomery a Pat, el marido de Candy.
Quizá ahí está el meollo de esta excelente serie creada por David E. Kelley y que sigue la senda de Big Little Lies y The Undoing, también amparadas por el marido de Michelle Pfeiffer y genio de la televisión. Si a esto sumamos que Nicole Kidman participa en la producción de Love & Death y que el reparto es excelente, nos atrevemos a decir que estamos ante una de las series más destacadas del año.
Elizabeth Olsen interpreta a Candy Montgomery como si estuviera en una sitcom de las de siempre, en plan Mary Tyler Moore. Y está sensacional, porque ese es el tono. La mujer con la cabeza abierta de un hachazo y el resto del pueblo a ver El imperio cotraataca (1980) mientras se oye a lo lejos la noticia de que el famoso actor Richard Pryor se ha prendido fuego tras consumir cocaína durante cinco días seguidos y ducharse con ron Bacardí 151. Fue el 9 de junio de 1980, cuatro días antes del brutal asesinato de Betty Gore.
Jesse Plemons aparece, de repente y sin que nadie nos hubiese avisado, como el play boy más deseado de Texas, con hasta tres mujeres suspirando por sus huesos. Y, aunque está gordo y patético, nos lo creemos. El marido de Kirsten Dunst se merece todos los premios del mundo por su interpretación de Allan Gore.
Lily Rabe, la maravillosa actriz de American Horror Story, está vulnerable y amenazante como Betty, en definitiva, la víctima de un crimen tan espeluznante que el sheriff del lugar, cuando llega a la casa, sólo puede decir tras ver sobre la mesa un cartel de El resplandor (1980): “parece cosa de una secta”.
El caso de Candy Montgomery es uno de los más populares de la crónica negra americana, casi al mismo nivel que el de Lizzie Borden, que en agosto de 1892 fue acusada de asesinar a hachazos a su padre y a su madrastra.
Candy es una celebridad y prueba de ello es que hay otra serie que se ocupa de ella. Se titula Candy (2022), consta de cinco episodios y su protagonista es Jessica Biel.
Lo siguiente de David E. Kelley será Presumed Innocent, serie de misterio basada en la novela de Scott Turow, ya llevada al cine en 1990 por Alan J. Pakula con Harrison Ford en el papel principal.
Jake Gyllenhaal será el tercer actor que interprete al abogado Rusty Sabich (Bill Pullman lo interpretó en una serie de 2011 que era en realidad una secuela de la película de Pakula), cuya vida se pone patas arriba cuando se convierte en sospechoso de un terrible crimen. Según algunas fuentes, el objetivo de Kelley es reinventar la novela de Turrow, una historia sobre la obsesión, el sexo, la política, el poder y los límites del amor.
Love & Death se ha estrenado en HBO