El tercer largometraje de la cineasta está protagonizado por Patricia López Arnaiz, Antonio De la Torre, Julián López y la debutante Marina Guerola y se centra en el reencuentro obligado de una pareja que no funcionó. Este conflicto, permite a la cineasta hablar «sobre lo contradictorios y complejos que pueden ser los vínculos que creamos, y sobre todo, proponer una reflexión sobre las huellas que nos dejan y dejamos, y que nos hacen ser quienes somos«.