La verdadera historia de El Exorcista del Papa

Gabriele Amorth nació en 1925 en Módena, en el norte de Italia. Era el segundo hijo de un abogado y recibió la llamada de la iglesia desde pequeño, aunque el destino tuvo planes distintos para él.

“Su vida es muy interesante desde pequeño”, cuenta Russell Crowe, que interpreta una versión de Amorth en El Exorcista del Papa. “A los 17 años fue a Roma con idea de convertirse en cura, pero le respondieron que era muy joven, que tenía que vivir un poco la vida antes de responder a la llamada de Dios”.

Estalló entonces la Segunda Guerra Mundial y Amorth fue llamado a filas por el ejército italiano, aunque al poco tiempo cambió de bando y emprendió la lucha contra el fascismo y los Nazis. Acabó luchando contra los fascistas y tras su experiencia en la guerra entró en la escuela de derecho. Amorth trabajó brevemente para Giulio Andreotti, el futuro primer ministro italiano, en el grupo de juventudes del Partido Democrático Cristiano, un partido católico centrista.

En 1951 Amorth hizo sus votos con la iglesia y en 1986 le asignaron desde Roma asistir al padre Cándido Amantini, el exorcista jefe del Vaticano de entonces. Cuatro años más tarde fundó la Asociación Internacional de Exorcistas y en 1992, cuando el padre Amantini murió, Amorth se convirtió en el exorcista jefe.

“Gabriele Amorth tenía una fe tan pura que le dotaba del coraje necesario para desempeñar el trabajo”, continúa Crowe. “Es una labor muy oscura. Tu labor es tratar con gente que está sufriendo profundamente. Muchos necesitan ayuda psicológica, por lo que derivaba prácticamente el 98% de los casos a otros expertos médicos. Él creía que en realidad había muy pocos casos de posesión demoniaca. Gracias a esto era capaz de discernir un caso inexplicable cuando se topaba con él”.

El cura dirigía estos rituales con todas las herramientas de su oficio: crucifijos, agua y aceite benditos, un libro de rezos y su estola morada, que normalmente colocaba alrededor del cuello de la persona afectada.

A pesar de todas estas situaciones tenebrosas, Amorth era un hombre alegre. Empezaba sus rituales literalmente despreciando al demonio. Contaba chistes como: “¿Sabes por qué el Diablo huye cuando me ve? ¡Porque soy más feo que él!”. El cura solía decir que esto lo hacía porque al Diablo no le gustan los chistes.

El padre Gabriele Amorth murió en 2016 a los 91 años, tras lo que todo Italia se puso de luto.

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