Hermione Baddeley… posiblemente una de las mejores actrices del mundo

La actriz inglesa Hermione Baddeley (1906-1986) tiene un curioso récord: su interpretación de la amiga de Simone Signoret en Un lugar en la cumbre (Room at the Top) (1959), con menos de tres minutos en pantalla, es la más corta jamás nominada a un Oscar. En tan poco tiempo esta dama del teatro consiguió encandilar a los académicos, aunque finalmente perdió frente a Shelley Winters y su trabajo en El diario de Ana Frank (The Diary of Anne Frank).

Baddeley interpreta a la sofisticada y entrometida Vanessa Courtwright, la señora que le alquila su casa de campo a la pareja de norteamericanos que protagonizan la comedia de enredo Por favor, no molesten (Do Not Disturb) (1965). Doris Day (1922-2019) y Rod Taylor (1930-2015) son este matrimonio destinado en Londres que no termina de encontrar su “lugar en la cumbre” hasta que aparece la mansión campestre de la señora Courtwright. La química funcionó tan bien entre Doris y Rod que un año después volverían a trabajar juntos en la mucho más loca, y más divertida, Una sirena sospechosa (The Glass Bottom Boat). En Por favor, no molesten también hay momentos disparatados, como cuando Doris Day se larga a París con un anticuario (interpretado por el italiano Sergio Fantoni) y desfilan todos los clichés que Hollywood colocó a la ciudad de la luz.

Pero lo más gracioso de Por favor, no molesten es Baddeley, que se merienda a los Harper (Doris y Rod) y a todo el que se le pone por delante. Lástima que la actriz hiciera poco cine y casi siempre en papeles muy pequeños. En el biopic Harlow (1965) fue la actriz Marie Dressler, esa que le dijo a Jean Harlow en Cena a los ocho (Dinner at Eight) (1933) que ella precisamente no debía preocuparse ante la posibilidad de que en un futuro las máquinas sustituyan a los seres humanos. En Mary Poppins (1964) y Un grito en la niebla (Midnight Lace) (1960) apenas destaca. En esta última, con Doris Day como mujer acosada por un extraño, interpreta a la dueña de la cantina frente a la casa, pero sus escenas son con John Gavin, así que su primera vez con Doris fue en Por favor, no molesten. La actriz también prestó su voz a Madame Adelaide Bonfamille en Los Aristogatos (1970) pero su pasión era el teatro y en el escenario se llevó los mayores aplausos. 

Madame Adelaide Bonfamille, con la voz de Hermione Baddeley

Tennessee Williams (1911-1983), por ejemplo, la adoraba. Baddeley fue la protagonista de The Milk Train Doesn’t Stop Here Anymore, una obra que Williams escribió a partir de un cuento suyo anterior titulado Man Bring this Up Road. El relato corto nació en el hotel Miramare de Positano, cuando Tennessee estaba en Italia para colaborar en el guion de Senso (1954), de Luchino Visconti.

The Milk… se estrenó en el Festival de Teatro de Spoleto y la interpretación de Baddeley como Flora Goforth fue “el rasgo más distintivo” de la función, como cuenta el propio escritor en sus memorias. También recuerda que esa noche estaba Anna Magnani (1908-1973), que viajó desde Roma para acompañar a su amigo, y que sólo exclamaba desde el palco “¡Come é magnifica!”. “Me di cuenta de que no se refería a la obra, sino a la intérprete”, cuenta Williams, y añade que Magnani fue muy generosa, llenando de saludos y felicitaciones a Hermione Baddeley. “La reconoció como una actriz de una categoría próxima a la suya”.

Cuando Milk… empezó su gira americana, los productores querían a Tallulah Bankhead (1902-1968). Williams se negó y Baddeley “estuvo tan soberbia como siempre. El entusiasmo fue unánime. Esta mujer ha recibido mejores críticas que ninguna actriz que haya intervenido en una obra mía desde Laurette Taylor en El zoo de cristal”. Tallulah terminó entrando en la obra, en un montaje dirigido por Tony Richardson (1928-1991) con Tab Hunter (1931-2018) como protagonista masculino. Milk… saltó al cine en Boom (La mujer maldita) (1968), con Elizabeth Taylor (1932-2011) y Richard Burton (1925-1984) “Burton era demasiado viejo para su papel y Taylor demasiado joven para Flora”, comentó Williams.

Hermione Baddeley en Mary Poppins (1964)

La otra debilidad de Baddeley fue Laurence Harvey (1928-1973), el protagonista de Un lugar en la cumbre, con el que vivió un complicado romance. A este actor le gustaban las mujeres mayores que él, como Baddeley o como Joan Perry, viuda del temido jefe de Columbia Pictures Harry Cohn, con la que se casó y que era 17 años mayor que él. Además, tenía una habilidad especial para estar en películas acompañando a actrices que ganaron el Oscar (se lo llevaron Elizabeth Taylor por Una mujer marcada, Julie Christie por Darling y Signoret por Un lugar en la cumbre). Harvey era el padre de Domino, modelo y cazarrecompensas que fue encontrada muerta en la bañera de su casa de Los Angeles el 27 de junio de 2005 por una sobredosis accidental de analgésicos. Tenía 35 años y Tony Scott (1944-2012) hizo una película sobre su agitada vida titulada precisamente Domino (2005) con Keira Knightley de protagonista.

En cierta ocasión, un periodista le preguntó a Emily Watson por los riesgos de su carrera, a lo que la actriz contestó: “En Everest (2015) tenía algunas escenas de riesgo, pero pocas. En general no soy de hacer locuras… Bueno, trabajé con Lars von Trier, eso ya contabiliza”. A Baddeley le contabilizó su historia con Laurence Harvey. “La vida con él era emocionante y divertida, pero estaba consumido por el hambre de tenerlo todo: fama, fortuna, todas las riquezas de la vida. Era como si supiera que tenía poco tiempo. Después de haber vivido con Laurence, nada en la vida vuelve a ser realmente demasiado horrible”. La actriz tenía razón. El actor murió con 45 años de un cáncer de estómago.

Por favor, no molesten está basada en una obra de teatro del escritor y guionista inglés William Fairchild (1918-2000) y fue uno de los dos únicos largometrajes que dirigió el televisivo Ralph Levy (1919-2001). El otro, Dos seductores (Bedtime Story) (1964), con Marlon Brando (1924-2004) y David Niven (1910-1983) estafando a mujeres ricas en la Costa Azul tuvo más éxito y hasta provocó dos remakes, uno con Steve Martin y Michael Caine en 1988 y otro, versión femenina de la historia, con Anne Hathaway y Rebel Wilson en 2019. 

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