Entrevista con Danielle Deadwyler, la protagonista de Till. El crimen que lo cambió todo

Danielle Deadwyler

Danielle (Atlanta. 1982) interpreta en la película a Mamie Till-Mobley, considerada como la impulsora de los derechos civiles en Estados Unidos. La historia, basada en hechos reales, cuenta cómo Till-Mobley se movilizó buscando justicia tras el brutal asesinato de su hijo de 14  años. Danielle conocía la historia, pero no descubrió su profundidad hasta que profundizó en el personaje para el rodaje.  

La película cuenta cómo durante un viaje a Mississippi para visitar a su familia en agosto de 1955, Emmett Till fue acusado de coquetear con una mujer blanca. Días después, los familiares de la mujer secuestraron a Till, lo golpearon brutalmente y lo mataron antes de arrojar su cuerpo a un río. Después de que el cadáver fuera devuelto a Chicago, Till-Mobley insistió en celebrar un funeral público con el ataúd abierto para arrojar luz sobre la violencia infligida a los negros en el Sur.

¿Dudó a la hora de meterse en la piel de un personaje emocionalmente tan complicado?

No, pero sí analicé mi decisión, porque estamos creando ficción dentro de la no ficción. Desde un punto de vista narrativo, entendemos la muerte, la pérdida y la tragedia de lo que ocurrió, pero en esta película necesitábamos profundizar en los sentimientos. Ese aspecto me preocupaba. Se puede rodar una película, pero es imposible retratar con fidelidad los sentimientos. Hay una soledad, una quietud, un duelo perpetuo que acompaña a Till-Mobley en su vida y eso es horrible y a la vez extraño para quien no lo ha vivido. Al mismo tiempo, creo que ella fue capaz de cargar con un legado que nos ha inspirado al resto de una manera muy particular.

¿Cómo ha vivido el impacto que ha tenido su interpretación?

Es excitante ver esa respuesta tan positiva. Cuando trabajas durante tanto tiempo en un personaje, deseas que se vea, que provoque conversación, que se celebre y, en este caso, brinde la oportunidad a otros de conocer el legado de Till. Para mí ha sido un honor tener la oportunidad de celebrarla de esta manera. Creo que es cierto que el arte es resistencia, es política, es lenguaje. 

¿Cuán comprometida estaba Till para defender el legado de su hijo y obtener justicia para él?

Till-Mobley hizo todo lo necesario para mantener viva la memoria de su hijo. Eso refleja en gran medida a todas las madres negras que conozco, y a la mayoría de las mujeres que conozco, que se sacrifican por sus hijos, por su bienestar físico y mental.

¿Cómo se involucró en la película?

Como cualquier actor o actriz que va a una prueba. Envié cintas hasta que conseguí una oportunidad.  Mientras leía el guión, fui aprendiendo sobre Mamie, repasé toda su vida: sus años en la escuela primaria, su experiencia adolescente, sus imágenes, la historia, el mito, su heroicidad al tomar la decisión de compartir su tragedia con el mundo. Creo que ella no sabía de la profundidad y la intimidad de su testimonio. No llegué a ella hasta que estudié su vida

¿Es necesario entender profundamente al personaje para poder interpretarla?

Sí,  porque pertenezco a ese legado. Soy una ciudadana norteamericana de Atlanta que participa como voluntaria en organizaciones de derechos civiles, como la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur. También he sido criada en la Iglesia Metodista Unida de Cascade, donde el reverendo Dr. Lowry era pastor; conozco la historia de los derechos civiles. Entiendo el legado del movimiento de derechos civiles. Y varias de esas personas, sin que yo lo supiera cuando era niña, tenía muchas conexiones con Mamie Till-Mobley. Para mí fue como si se cerrara el círculo.

Texto: María Estévez (Los Angeles)

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