Dice Dolly DuPuyster, la temida reportera de sociedad, que la mejor interpretación de 2024 es, con mucha diferencia, la de Sebastian Stan (Rumanía, 1982) en The Apprentice y, por extensión, la de Jeremy Strong en esa misma película, ya que los dos se necesitan y una sin la otra no se entienden. Ambos fueron nominados al Oscar, pero Jeremy competía con su compañero de Successsion, Kieran Culkin, y ese era un muro muy difícil de saltar.
Camaleones con clase: de Albert Finney a Sebastian Stan
Dolly se acuerda de un reportaje que encontró por casualidad hace algunos años en una revista. Se titulaba “Un camaleón con clase” y era una semblanza del gran actor inglés Albert Finney (1936-2019). El autor hablaba de la capacidad de transformación de este grande del cine y del teatro, casi irreconocible de una película a otra. Fue un galán cercano en Dos en la carretera (1967), el aparatoso detective Poirot de Asesinato en el Orient Express (1974) y el actor shakespeariano en decadencia en The Dresser (La sombra del actor) (1983). Nunca ganó el Oscar, aunque estuvo nominado en cinco ocasiones. Era «El Rey Camaleón», como Sebastian Stan, capaz de lanzarse al vacío como el músico de rock Tommy Lee en la miniserie Pam & Tommy (2022), transformarse hasta resultar irreconocible en la excelente A Different Man (2024) y literalmente poseer en cuerpo y alma a Donald Trump en The Apprentice, una película con un ritmo perfecto que consigue que dos horas con un joven Trump se pasen volando.
Si Sebastian Stan es un Camaleón, Renée Zellweger (Texas, 1969) es la «Reina Camaleón». Ella tiene más años y más carrera que Sebastian. Además, tiene dos Oscar en su estantería, los mismos y en las mismas categorías que Helen Hayes, Maggie Smith, Jessica Lange y Cate Blanchett.
La señora más desagradable del planeta
Renée engorda y adelgaza según el proyecto, como Christian Bale. Lo hizo para El diario de Bridget Jones (2001) y ahí se dio cuenta de que tanto despropósito podía afectar a su salud. Así que cuando le ofrecieron interpretar a Pam Hupp en la miniserie The Thing About Pam (2022), -una señora muy desagradable que se cargó a su amiga y vecina para cobrar el seguro del que ella era beneficiaria-, aceptó transformarse, perder todo su glamour y convertirse en esta tipeja, pero a través de prótesis (en las mejillas, barbilla, nariz, cuello, antebrazo y tobillo) y un «fat suit» con el que ganaba mucho volumen. En total, 80 minutos diarios antes de entrar en el plató. Nada tiene que ver Pam Hupp con Judy Garland, el otro gran personaje reciente de la actriz, por la que ganó el Oscar que nunca le dieron a la verdadera. Bueno, sí tienen una cosa en común: las dos existieron, son reales.
Un True Crime de manual y… puñaladas
The Thing About Pam es un True Crime muy bueno, aunque a la hija de Betsy Faria, la víctima, no le gusta nada la serie. Todo ocurrió entre Troy y O’Fallon, ambas en Missouri, las localidades donde vivían las dos mujeres vecinas. La serie se parece mucho a Love & Death, otra de asesinatos reales con Elizabeth Olsen. Si Candy Lynn Montgomery mató con 41 hachazos a Betty Gore, la esposa de su amante en Wylie, Texas, un 13 de junio de 1980, Pam Hupp descargó 57 puñaladas en el cuerpo de su vecina un día de diciembre de 2011. Este tipo de historias truculentas de la América profunda protagonizadas por “paletos” con demasiadas ambiciones las cuentan muy bien los hermanos Coen. Ese es el estilo de esta serie producida por Jason Blum cuyos seis episodios se ven como un suspiro.
The Apprentice se puede ver en Movistar +
The Thing About Pam se puede ver en SkyShowtime y en Movistar +
