El Problema Final de Pérez-Reverte se convierte en serie

Agatha no fue la primera

Jose Coronado, María Valverde, Maribel Verdú y Mariño Rivas protagonizan uno de los proyectos más ambiciosos de Netlflix. El problema final de Pérez-Reverte se convierte en serie. Inspirada en los grandes clásicos de la llamada Golden Age (la edad de oro de la novela policiaca, una época que comprende los años entre 1919 y 1939). El escritor español suele nombrar a Agatha Christie como fuente de inspiración para esta novela. «Si tú a Agatha Christie le metes densidad psicológica, estás destrozando la novela policiaca porque su objetivo no es trabajar las emociones sino el método; que el lector se enfrente al cómo, no al por qué ni al quién. Hay un canon. Una novela policial de 500 páginas no puede funcionar nunca. Tiene que ser escueta, con diálogos breves», llegó a decir para definir su modelo a la hora de escribir El problema final.

Pero la idea de unos personajes atrapados y aislados y un asesinato no la tuvo Agatha Christie (1890-1976), venía de antes. Cuando la escritora inglesa publicó Diez negritos (And Then There Were None) en 1939, no era una novedad en el género de misterio encerrar a un grupo muy diferente de personas en un lugar remoto y aislado, cometer un asesinato y resolver el enigma sabiendo que uno de los personajes atrapados es el culpable. Se puede decir que es una tradición muy inglesa que ha recuperado Arturo Pérez-Reverte en la novela El Problema Final y ahora Netflix en la adaptación del texto en formato serie. La dirección corre a cargo de Félix Viscarret (Una vida no tan simple, No mires a los ojos).

Ni Pérez-Reverte será el último

La miniserie combina thriller y misterio en un envolvente contexto de época, contará con 5 capítulos y estará protagonizada por Jose Coronado, María Valverde (en su primer proyecto desde 2021, cuando estreno de la comedia romántica Fuimos Canciones, también para Netflix), Martiño Rivas, Maribel Verdú, Gonzalo de Castro, Cristina Kovani, José Condessa y Pepón Nieto.

Durante la primavera de 1959, trece personas quedan aisladas por un temporal en un islote próximo a Mallorca. Nadie imagina lo que está a punto de suceder en el pequeño hotel en el que se alojan: Elisa Mander, una discreta turista de origen inglés, aparece muerta. Lo que en un principio parece ser un suicidio pronto comienza a dar señales de ser algo mucho más inquietante: un asesinato. Basil, un actor retirado que en otro tiempo encarnó en la gran pantalla al mismísimo Sherlock Holmes, se verá convertido, casi sin pretenderlo, en el encargado de desentrañar lo ocurrido. En un lugar del que nadie puede salir y al que nadie puede llegar, todos los huéspedes y empleados se convertirán en sospechosos de un crimen que a cada momento que pasa se revela más complejo y enrevesado de lo que nadie pudo imaginar en un principio.

Maribel Verdú, de espaldas, Jose Coronado y Martiño Rivas en un momento del rodaje

El problema final es una sofisticada adaptación de uno de los libros más vendidos de Pérez Reverte, un thriller de época cargado de secretos, misterio y giros inesperados cuyo punto de partida tiene una larga tradición en la literatura y el cine.

Priestley, Molly Thynne, John Willard… son muchos los antecedentes

Además de Agatha Christie con sus obras Diez Negritos, Asesinato en el Orient-Express o La Ratonera, tenemos a J. B. Priestley (1894-1984), que en la novela Benighted (Perdidos en la noche) (1927), encerraba a un grupo de viajeros en una tétrica casa habitada por una extraña familia durante una terrible noche de tormenta. La historia fue llevada al cine por James Whale en una memorable película titulada The Old Dark House (1932) protagonizada por las estrellas Boris Karloff, Melvyn Douglas, Gloria Stuart, Charles Laughton, Lilian Bond y Raymond Massey.

En Crimen en la posada Arca de Noé (1931), la escritora inglesa Molly Thynne (1881-1950) reunía a un grupo de personas en un hotelito aislado por la nieve. En ese lugar colocaba a su detective estrella, el Doctor Luke Constantine, un anciano de origen griego poseedor de una mente extraordinaria, encargado de resolver el crimen. Todos son sospechosos, incluidas dos viejecitas que están encantadas con el encierro y el misterio porque “llevamos una vida tan tranquila y sin incidentes en Tunbridge Wells que, cuando sucede algo inusual, es casi un alivio”. También una aparatosa millonaria estadounidense que llega cargada de valiosas joyas y “vive de hotel en hotel, en cualquier parte, siempre y cuando el establecimiento sea lo suficientemente caro”. Este personaje bien pudo ser el modelo en que se inspiró Daphne Du Maurier para crear a la memorable Mrs Van Hopper de su novela Rebeca (publicada en 1938).

El clásico de los escenarios The Cat and the Canary (1922), de John Willard, gira en torno a la herencia del rico y excéntrico Cyrus West y de sus parientes, reunidos en la antigua casa familiar, ahora una espeluznante mansión embrujada.

Postres y Puñales, sigue la tradición

Como vemos, el género arrastra una larga tradición. La parodia Un cadáver a los postres (Murder By Death) (1976), película con guion de Neil Simon, aporta todas las claves de este modo de hacer misterio. En este caso, las personas atrapadas son los mejores detectives del mundo.

Más recientemente hemos disfrutado con Puñales por la espalda (Knives Out) (2019) y su secuela, Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion (2022), a la espera de la tercera entrega, que volverá a protagonizar Daniel Craig, esta vez acompañado por Jeremy Renner, Josh Brolin, Cailee Spaeny, Mila Kunis, Andrew Scott, Kerry Washington, Glenn Close, Josh O’Connor y Thomas Haden Church. Estas tres películas son la particular manera que tiene el director Rian Johnson de rendir homenaje a un género de larga tradición: «esas película se inspiran en un recuerdo de mi infancia: ver las novelas de Agatha Christie en las estanterías de mis padres. Yo era un crío y esos libros me parecían espeluznantes y precisamente por eso me atraían muchísimo».

Ahora esos recuerdos que son también los de muchos de nosotros los va a recuperar Netflix gracias a Arturo Pérez-Reverte.

To top