El terror se transforma en un animal sangriento y cómico en The Monkey, película donde entrelazan su camino las mentes de Osgood «Oz» Perkins, director de Longlegs, el cineasta y productor James Wan, y el autor de terror Stephen King en cuyo cuento se basa la película.
El «hijo de Norman Bates»
Perkins, hijo del protagonista de Psicosis, es una de las figuras más destacadas del cine de terror contemporáneo. Admirador del trabajo de King, el cineasta reconoce sentirse interesado por el tema de la mortalidad. “En este caso, me he decantado por una comedia con mucha sangre. Creo que fuimos inteligentes al hacer que nuestro humor fuera inexpresivo y sofisticado contando con actores inteligentes y divertidos” apunta.
The Monkey muestra dos lados muy diferentes de la masculinidad y la niñez. Por un lado está Hal, ansioso y afectuoso. Por otro lado, tenemos a Bill que es tóxico y obsesivo. Ambos hombres padecen de la enfermedad de este siglo: la soledad. El británico Theo James protagoniza el doble papel como Hal y Bill, hermanos gemelos traumatizados por los recuerdos de su infancia de un mono que era su juguete mecánico.
La muerte y el humor
El mono significaba una muerte espantosa para quienes se encontraban a su alrededor. Perkins explora esta premisa surrealista a medio camino entre la risa y el miedo. “Lo que yo encontré realmente interesante, y sé que Oz ya ha hablado de esto, fue sobre el legado de cada individuo. Oz habló sobre su propio legado, el de su padre, y como eso tuvo repercusión en su propia vida. La idea del mono representa algo más que su yo físico. Todos cargamos con el mono existencial a la espalda. Cualquiera que haya sufrido algún tipo de trauma cuando era niño lo lleva a cuestas. Ese trauma influye en cada cosa que haces, en cada decisión que tomas. Eso para mí como actor fue realmente importante porque podía entender el humor y la locura a través del lente de una emotividad real. Eso me abrió la puerta a los personajes”, explica Theo James.
Aunque son temas atemporales, la situación del mundo en la actualidad aborda una realidad que nos incumbe a todos. “Se trata de mantenernos fieles a lo que pensamos, en lo que creemos. No debemos dejarnos llevar por mentiras” reflexiona el director. Para Oz era importante encontrar la llave del guion en la comedia porque si vas a hacer una historia sobre un mono de juguete, debes hacerla divertida. “La película está cargada de humor negro porque la muerte y el humor están íntimamente ligados. A nivel personal sé que cuando llega la muerte, los días posteriores estás tratando de encontrar el humor. No necesariamente en la muerte en sí, sino en un sentido general. Es un impulso humano natural”.
Todo el mundo siente algo repugnante al ver a un mono de jueguete
Perkins aborda una breve historia de Stephen King, de su colección Skeleton Crew, para desafiar a la audiencia con una nueva trama de terror. “Desde el principio fue fácil porque la imagen es muy fuerte. Todo el mundo siente algo repugnante al ver la cara del mono de juguete. No importa en el país en el que estés, cualquiera que sea tu educación, esa imagen es extraña para el ojo humano. Solo con eso, ya tenía mucho a mi favor. También me conecté con la historia y el aspecto sin sentido, casi increíblemente surrealista, de la muerte. Cuando estás creando algo, ese es un sentimiento que anhelas. En este caso todo confluye. Tenía esta hermosa imagen central, además de la creatividad del mayor autor de terror vivo y una conexión personal con la historia. Con esas tres cosas, yo sabía que estaba en el lugar correcto”.
Para el actor protagonista, el guion de Oz fue un material sorprendente y único. “Cuesta encontrar guiones que leas rápidamente porque despiertan tu curiosidad. Conecté desde la primera página con la historia y los personajes”.

Orgullo de hijo
Osgood reflexiona también sobre su padre Anthony Perkins, la estrella de Alfred Hitchcock, y cómo Psicosis es una enorme sombra sobre el cine de terror y su trayectoria personal. “Mi padre nunca hablaba de la película en esos términos, pero sin duda su trabajo está incorporado al mío. Siempre he entendido que mi padre fue eje central del género de terror. Eso forma parte de mi educación personal, pero desde un punto de vista positivo y creativo. Cuando me metí en el cine y descubrí Psicosis como director, admiré aún más su trabajo. La verdad, me siento muy orgulloso de mi padre”.
The Monkey presenta temas como los monstruos desde una perspectiva tecnológica y existencial. “Hay muchas diferencias entre los hermanos de la película. Hal es alguien que ha aceptado la muerte, y eso informa su expresión inexpresiva y su comprensión. Bill intenta escapar de la muerte. Está tratando de abrazar la inmortalidad y le tiene miedo a la muerte. Estas dos personas reconocen la muerte de maneras opuestas”, confiesa Theo James.

Susto y conmoción
El guionista y director reconoce que escribe para sí mismo, sobre su propia experiencia. “Trato de escribir lo que conozco. Estaba destinado a reflejar mi propia experiencia; la pérdida de mi madre y cómo nos afectó a mí y a mi hermano de manera diferente. La verdad es que tanto Hal como Bill soy yo. Son todos mis aspectos buenos y todos mis aspectos malos. No escribí sobre mi hermano. No asigné las características de mi hermano a ninguno de los personajes. Ambos personajes soy yo”.
En un sentido más amplio, la cinta aborda la toxicidad masculina. “Bill es un ejemplo de alguien que nunca ha abandonado la infancia y eso es el tema de la masculinidad tóxica actual. Se trata esencialmente del miedo y de la incapacidad de crecer más allá de un niño” explica James. El cuento corto de King presenta la historia de un mono de juguete maldito y cómo cada vez que toca sus instrumentos, alguien muere.
El terror, como espacio, está destinado a mostrarse en una pantalla grande y así lo entiende el realizador de The Monkey. “Es posible que el público se sienta conmocionado y asustado, o que encuentren cosas divertidas. Ver esto en el cine es la única forma apropiada de tratar el terror. Es especialmente cierto para una película como esta. Hay tanta comedia y tantos elementos importantes que experimentar la película con un grupo de personas es mucho mejor. Esa curiosidad une a la gente. También se aplica cuando estás en un circo o en un espectáculo de fenómenos. Hay algo colectivo en la curiosidad, que creo que hace que las películas de terror funcionen en el cine”.