El Cautivo, Frankenstein y La larga marcha. Cine para todos

Alejandro González Iñárritu ha terminado el rodaje de su película con Tom Cruise y dice que ha costado y que es muy distinta a todo lo que ha hecho antes. Se deshace en elogios hacia la estrella (entregado, positivo, arrollador) y define la película como “una comedia salvaje, divertida y catastrófica”. La sinopsis oficial habla del hombre más poderoso del mundo, un desastre imprevisto y una misión para salvar la humanidad. La fecha prevista de estreno es octubre de 2026.

Otro Alejandro de cine, Amenábar, ha vuelto a triunfar con su última película. El cautivo ha salido ya del top 10 de la taquilla española, pero se va con 5 millones de euros recaudados, lo que la convierte en la segunda nacional más taquillera de 2025, solo superada por el imbatible Santiago Segura y su quinta parte de Padre no hay más que uno con alrededor de 13 millones. Esta vez con la película de Cervantes no hay ni sospechas ni comentarios maliciosos de copia.

Cuando se estrenó Abre los ojos (estreno 19 de diciembre de 1997), muchos vieron en la escena en la que Eduardo Noriega aparece corriendo por una Gran Vía madrileña vacía, sin coches ni personas, muchas similitudes con esa otra escena de The Devil’s Advocate (Pactar con el diablo) (estreno 12 de enero de 1998), donde Keanu Reeves corre por una Quinta Avenida neoyorquina totalmente vacía. Lo mismo ocurrió con Los Otros (estreno en septiembre de 2001) y The Sixth Sense (El sexto sentido) (estreno en enero de 2000) y con Mar adentro (estreno septiembre de 2004) y Million Dollar Baby (estreno febrero de 2005).

Ahora que la gigantesca Frankenstein llega a los cines (algunos) y a Netflix, su director Guillermo del Toro nos cuenta que la culpa de que se dedique al cine la tiene James Whale (1889-1957), el responsable de la mítica versión de la obra de Mary Shelley (1797-1851) estrenada en 1931. Dice que vio la película con siete años. “El horror gótico se convirtió en mi iglesia y Boris Karloff en mi mesías”.

Este Frankenstein es la más personal de las películas del mexicano y un sueño hecho realidad que ha costado 120 millones de dólares, los que ha pagado Netflix para que se cumpla. El hombre que dio luz verde a ese cheque, Ted Sarandos, director ejecutivo de Netflix, también ha querido decir algo: “¿Qué más tiene que demostrar Guillermo del Toro para que le dejen hacer una película de monstruos? Llevaba 13 años intentando hacerla”. El ejecutivo ha querido dejar muy claro que todos los estudios rechazaron este monumental proyecto con Oscar Issac como Victor Frankenstein y Jacob Elordi en el papel de la criatura.

Sin duda un buen momento para recuperar la magnífica Dioses y Monstruos (Gods and Monsters) (1998), de Bill Condon, crónica de los últimos días de vida de James Whale (interpretado por Ian McKellen), que se suicidó en la piscina de su casa un 29 de mayo de 1957.

La nueva adaptación al cine de una novela de Stephen King es La larga marcha (The Long Walk) publicada bajo el seudónimo de Richard Bachman en 1979. El listón está muy alto (El resplandor, Carrie, Cuenta conmigo, Cadena Perpetua, Misery, Verano de corrupción, La Milla Verde, El teléfono del señor Harrigan) pero la película llega con creces a un buen nivel gracias a la dirección de Francis Lawrence y la interpretación de todos los chicos que participan en esa terrible prueba que recuerda en algunos momentos al clásico Danzad, danzad, malditos (They Shoot Horses, Don’t They?) (1969) dirigido por Sydney Pollack y basado en una novela de Horace McCoy.

Mark Hamill, el temible guardián de la marcha

Pero en algunos momentos la función se la lleva un irreconocible Mark Hamill, muy lejos los tiempos de Luke Skywalker. En su papel del descerebrado e intimidante oficial del régimen totalitario que vigila la marcha, el actor se las tiene que ver con el hijo del recordado Philip Seymour Hoffman, Cooper Hoffman (Licorice Pizza), y con David Jonsson (Alien: Romulus). Este último ha comentado que evitó hablar durante el rodaje con Hamill. «No le dirigí la palabra. Algunos chicos sí, porque, ya sabes… ¡es Luke Skywalker, tío! Pero yo no. No era mala educación, simplemente quería poner algún tipo de separación. Probablemente fue lo más difícil que he hecho en mi vida, porque Mark es la persona más amable que he conocido. Cuando terminó el rodaje me dio un abrazo enorme y empezó a contarme historias de Hollywood. Le dije: ‘¡No pares nunca!’. Es una persona encantadora y está fantástico en la película».

Cooper Hoffman en primer plano y a su izquierda David Jonsson

Mark Hamill lo entiende porque cree que su personaje es el peor de todos los tiempos. «Es sádico y todas esas cosas terribles. No se parece a nada que haya hecho antes, y eso es lo que me gusta». Cooper Hoffman, por su parte, tampoco quiso conocer a Hamill. Como cuenta este último: «Había planeado una reunión con todo el reparto en el hotel de Winnipeg, Canadá, donde estábamos, Pero Francis Lawrence me dijo: Cooper no quiere conocerte. Tiene miedo a que le caigas bien. Lo comprendí, así que cancelé la cita. Ahora, en cuanto rodamos la última toma con Cooper, vino inmediatamente a mi caravana y hablamos durante horas «.

Cooper interpreta al líder de los jóvenes, un chico que ha perdido a su padre, como él. «Cuando tu trauma queda expuesto al mundo, no hay forma de ocultarlo. Pienso que mejor lo hablo o lo pongo en práctica. Porque si sigo ocultándolo y huyendo de él, no es justo para nadie que haya pasado por eso. Estoy aquí para mostrar a esta persona y esta experiencia con la mayor honestidad posible, y espero que alguien más lo vea y piense: ‘Me ve, me entiende’. Y esa es, en mi opinión, la única razón para hacer cualquier tipo de arte».

La larga marcha es una de las cuatro historias de Stephen King adaptadas al cine en 2025. Las otras son The Running Man (2025), The Monkey (2025) y La vida de Chuck (2024).

La larga marcha se estrena en cines el 14 de noviembre.

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