De dos en dos (películas para ver una detrás de otra): Bird Box (A Ciegas) (2018) y Bird Box: Barcelona (2023)

Sandra Bullock dijo en cierta ocasión que “cualquier ser humano ve cómo la sangre llega al río casi todas las semanas. Es lo que se conoce como estar vivo”. Era un pensamiento personal de la actriz, que había soltado durante una entrevista en un momento cualquiera y sin hablar de nada en concreto. 

Esa frase encaja perfectamente con Bird Box (2018), que comienza en plena naturaleza con una panorámica de un río de aguas turbulentas.

Es bien sabido que a Sandra Bullock no le gustan las películas de terror y que siempre las ha evitado, pero aceptó este thriller post-apocalíptico porque en la historia de una mujer herida emocionalmente que de repente se enfrenta al fin del mundo hay algo más. Es posible que se animara porque su personaje da a luz a un bebé en circunstancias terribles. Sandra tenía 53 años y nunca antes en su carrera había interpretado a una mujer de parto.

Aguas turbulentas para Malorie

Bird Box puede recordar, y mucho, a A Quiet Place (Un lugar tranquilo) (2018), pero lo cierto es que la novela del músico y escritor norteamericano Josh Malerman en que se basa la película se publicó en 2014, y los derechos para su adaptación se compraron incluso antes, en 2013.

Un lugar tranquilo parte, sin embargo, de un guion original y sí, estamos en un mundo post-apocalíptico, pero en él los humanos deben vivir en silencio porque las “criaturas” que les amenazan captan cualquier mínimo sonido. En Bird Box, Malerman plantea un escenario parecido donde los protagonistas no pueden salir de sus casas con los ojos abiertos. “Si miráis, moriréis”, les dice Malorie (Bullock) a un par de niños asustados.

Malorie tiene una hermana y ambas todavía arrastran traumas por una infancia complicada, por decirlo suavemente. Cuando eres enorme como actriz y tu talento está en la estratosfera, no importa la extensión del personaje ni los minutos que estás en pantalla. Sarah Paulson interpreta a la hermana, y fue Sandra Bullock en persona la que se lo pidió. 

Malorie está embarazada y cabreada con la vida. Las dos hermanas ven cómo en la televisión están ofreciendo inquietantes noticias, una extraña epidemia que se ha originado en Rumanía y se está extendiendo por todo el planeta. “Si lo miras, te suicidas”, parece ser la clave de todo. Las dos mujeres van a tener la oportunidad de comprobar las letales consecuencias del caos cuando acuden a un hospital para una revisión por el embarazo de Malorie. 

“¿Alguna vez pensaste que pasaría algo así?”, pregunta la protagonista. La respuesta es no, imposible imaginar lo que veremos a continuación, el fin del mundo en su más devastadora crudeza y un grupo de desconocidos refugiados del horror en una casa. Entre ellos, Douglas, que interpreta John Malkovich como si efectivamente el mundo se estuviera acabando. El suyo es un tipo de personaje que siempre ha funcionado muy bien en el cine de catástrofes. El modelo es el Rogo del gran Ernest Borgnine en La aventura del Poseidón (1972): tipos malhumorados, siempre a la contra y siempre protestando por las decisiones al límite que tiene que tomar el grupo de supervivientes. Douglas dice cosas como que “solo hay dos tipos de personas: los gilipollas y los muertos”. Con gente así a pocos sitios se puede ir, y menos si lo tienes que hacer con los ojos vendados.

Si uno se fija bien, en ese grupo también está la actriz australiana Jacki Weaver, que ha estado nominada dos veces al Oscar. Jacki está bien, pero, utilizando una frase de Raymond Chandler de la novela La hermana pequeña, “podía haber estado diez veces mejor. Claro que, si hubiera actuado diez veces mejor, habrían cortado la mitad de sus escenas para proteger a la estrella”.

Detrás de todo está la cineasta danesa Susanne Bier, con dos películas nominadas al Oscar representando a su país (en 2007 con Después de la boda y en 2011 con En un mundo mejor) y ahora parece que centrada en desarrollar series tan entretenidas como El Infiltrado (2016), con Tom Hiddleston, Hugh Laurie, Elizabeth Debicki y Olivia Colman, The Undoing (2020), con Nicole Kidman y Hugh Grant, y la actualmente en rodaje The Perfect Couple, con Nicole Kidman en el centro de una trama de misterio con una lujosa boda, un asesinato y todos los invitados convertidos en sospechosos.

Bird Box es la segunda película original de Netflix más vista de su historia y, según algunos estudios financieros, si se hubiese estrenado en cines habría podido llegar a los 98 millones de dólares de recaudación.

En el mismo momento en que Malorie (Sandra Bullock) y Jessica (Sarah Paulson) salen despavoridas del hospital para encontrarse con el caos en las calles de una ciudad californiana, Sebastián (Mario Casas) corre por una Barcelona arrasada. El virus se extiende, está en California y en Barcelona, ha llegado el apocalipsis mundial. 

La elección para dirigir Bird Box Barcelona no podía ser otra que los hermanos Álex y David Pastor, “especialistas” en el fin del mundo, pandemias y caos. Lo demostraron en su primer largometraje, Infectados (Carriers) (2009), una producción norteamericana protagonizada por Chris Pine y Piper Perabo. Y lo volvieron a demostrar con su segunda película, Los últimos días (2013), con Quim Gutiérrez, José Coronado y Marta Etura en una Barcelona atacada y destruida por un peligroso virus. 

Bird Box Barcelona expande el concepto de Bird Box para crear todo un universo cinematográfico que, según cuentan sus responsables (entre ellos Susanne Bier, aquí productora ejecutiva), recorrerá diferentes ciudades para mostrarnos cómo esta extraña maldición va dominando el mundo. La película de los Pastor tiene la misma estructura que la de Susanne Bier: adelante y atrás en el tiempo para contarnos la odisea de Sebastián, ingeniero casado y con una niña, que deberá proteger a los suyos, como lo está haciendo Malorie en otro continente. 

Siempre con los ojos vendados, el protagonista se cruzará con Liliana (Michelle Jenner), con la que vivirá a bordo de un autobús en plan Speed (1994) una de las escenas más espectaculares de la película. También con el Padre Esteban (Leonardo Sbaraglia), un profeta del caos. Y con el grupo formado por Claire (la inglesa Georgina Campbell, la revelación de Barbarian, esa película que hace no te sientas como en casa en Airbnb), Rafa (Patrick Criado), Octavio (el mexicano Diego Calva, el protagonista de la incomprendida Babylon) y el matrimonio formado por Roberto e Isabel (Gonzalo de Castro y Lola Dueñas).

Gonzalo De Castro, Georgina Campbell, Mario Casas y la joven actriz alemana Naila Schuberth

Al final, todo se resume en 1 h 52 minutos de puro espectáculo, que en algunos momentos parece que nos lleva a Soy leyenda (2007), la última adaptación de la novela de Richard Matheson, y en otros a REC (2007). Y en el centro, Mario Casas, un de los pocos actores del cine español actual que responde al prototipo de estrella, hablando en tres idiomas diferentes: castellano, inglés y alemán. Como si su carrera se fuera a expandir fuera de nuestras fronteras.

Bird Box (2018) y Bird Box Barcelona (2023) se pueden ver «una detrás de otra» en Netflix

Array
To top