Seguimos en San Sebastián de la mano de Renfe, tu tren. Los destellos, presentada en la Sección Oficial a Concurso, es la tercera película de Pilar Palomero tras Las niñas (2020) y La maternal (2022) y desde el momento de su proyección clara favorita para llevarse la Concha de Oro. La historia de una mujer que «regresa» para cuidar a su ex marido enfermo terminal conmovió y emocionó. Las interpretaciones de Patricia López Arnaiz y Antonio de la Torre están destinadas a ser premiadas en la temporada de reconocimientos que termina en los Goya. En el caso de él, su transformación física es un dato a tener en cuenta porque adelgazó «hasta que la vulnerabilidad de su personaje era la de él en el rodaje», en palabras de la directora, que define su película como «una historia que siente la vida a través de la muerte».
En La vírgen roja la directora Paula Ortíz lleva al cine un crimen real. Presentada en una proyección especial fuera de concurso, la película cuenta la historia ambientada en 1930 de una joven educada para ser «la mujer del futuro» que terminó asesinada por su madre en cuanto intentó independizarse de ella, y podemos decir que es una de las mejores del cine español de este año. Y no sólo por el portentoso trabajo de Najwa Nimri como la tremenda madre.
Lupita Nyong’o acaparó todos los flashes en la presentación de la cinta animada Robot Salvaje, presentada fuera de concurso. La actriz confesó que su objetivo era hacer películas que de verdad merezcan la pena. Podemos decir que Robot salvaje merece la pena porque todo el que la ha visto ha caído rendido ante esta maravilla de la animación.
Además de Los destellos, otra clara favorita para llevarse la Concha de Oro es Tardes de soledad, documental donde vemos cómo el cineasta Albert Serra sigue al torero Andrés Roca Rey en 14 corridas de toros, atrapando con la cámara las plazas, los animales y atmósferas inéditas. En cuanto a las protestas de los antitaurinos porque el festival proyecte una película así, el director las zanjó con una palabra: «ridículas». Lo importante es que hubo unanimidad en considerar este paseo por la intimidad del arte de toreo como una obra maestra absoluta.
Y también llegó Johnny Depp para presentar su segundo trabajo como director, casi 30 años después del primero, la oscura The Brave (1997) donde hasta salía Marlon Brando. En Modi, el actor se centra en un par de días de la turbulenta vida del pintor Amedeo Modigliani (1884-1920), interpretado por el actor italiano Ricardo Scamarcio. Depp recibió el Premio Donostia en 2021, el año en que también se lo dieron a Marion Cotillard y ha dicho que siempre se ha sentido muy bien recibido en San Sebastián. Le gusta este festival porque, según él, está centrado fundamentalmente en el cine y no en toda la «tontería» que puede rodearlo. Modi lleva muchos años dando vueltas por Hollywood. En la década de 1970 era un proyecto muy personal de Al Pacino y cuando este coincidió con Depp en Donnie Brasco (1997), le pasó el testigo de esta historia universal de «amor, arte y rechazo».
Ricardo Scamarcio, por su parte, dijo que llevaba entrenando para este momento toda su vida, el encuentro con Depp dirigiéndole en un personaje tan complejo y atormentado. Ricardo es uno de los actores italianos más internacionales (recientemente estuvo en Venecia con Poirot y Branagh) y Depp ha dicho que le eligió, entre otras cosas, por esos ojos entre «peligrosos, divertidos, misteriosos, locos e intensos. Como los de Oliver Reed», en referencia al genial actor inglés de La maldición del hombre lobo (1961), Oliver (1968) y Mujeres enamoradas (1969) fallecido en Malta en 1999 a los 61 años en pleno rodaje de Gladiator.
