Superar lo que hizo Jose Luis López Vázquez en la original, nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera en 1972, premio que se llevó El discreto encanto de la burguesía, que representaba a Francia, es una tarea muy difícil. Más de 50 años después, el director Fernando Gonzalez Molina arropado por Javier Calvo y Javier Ambrossi a través de su productora Suma Content, lo van a intentar.
Netflix está detrás de esta nueva versión, cuyo rodaje se desarrollará entre Pamplona y Madrid. Elisabeth Martínez debuta en la pantalla interpretando al personaje protagonista de la película, la «querida señorita» del título, el papel que inmortalizó López Vázquez. Completan el reparto Anna Castillo, Paco León, Nagore Aranburu, Manu Ríos, Eneko Sagardoy, Lola Rodríguez, María Galiana y Delphina Bianco.
Fernando González Molina dirige esta nueva adaptación que escribe Alana S. Portero, autora de la novela La mala costumbre (Seix Barral). “Para mí era fundamental construir esta nueva versión de Mi querida señorita desde la necesidad de retratar una realidad, la realidad intersexual, apenas intuida en la película original y casi en el cine en general. Hacerlo con una actriz intersexual como protagonista era clave para el proyecto desde la primera conversación con los productores. Encontrar a Elisabeth ha sido uno de los grandes desafíos de la película y estamos fascinados con ella y su trabajo. Es muy emocionante para mí comenzar este rodaje en Pamplona, lugar en el que nací y donde hemos localizado una parte importante de la película, en la que de algún modo Alana y yo contamos también parte de nuestra historia”, cuenta el director de la Trilogía del Baztán: El guardián invisible (2017), Legado en los huesos (2019) y Ofrenda a la tormenta (2020) y de la taquillera Palmeras en la nieve (2015).
Por su parte, la guionista Alana S. Portero dice del proyecto: «En la construcción del guion era muy importante iluminar las sombras que la historia que escribieron Armiñán y Jose Luis Borau dejaron por razones obvias. Lo que en la versión original es una virtud que hace una película maravillosa, las zonas en penumbra, no tendría sentido escribirlas así hoy. Estamos en la época de la verdad de los cuerpos y su diversidad. Hay que airear cada rincón de los armarios y toca hablar de la intersexualidad. El gran
tributo que podíamos hacer a la película original es ese, construir un edificio luminoso sobre sus cimientos. Hay mucho amor puesto en este proyecto por parte de sus productores y una apuesta muy íntima por parte de Fernando y mía”.
Javier Ambrossi y Javier Calvo añaden: “Esta versión de Mi querida señorita es un proyecto al que llevamos mucho tiempo dándole vueltas, luchando para poder sacarlo adelante. Cuando Netflix se lanzó a hacerlo con nosotros, pensamos en juntar a dos personas a las que admiramos: Alana S. Portero en la escritura del guión y Fernando González Molina en la dirección de la película. Ha resultado ser una idea maravillosa, han formado un tándem perfecto. Esta adaptación libre de Mi querida señorita representa el ADN de Suma Content, visibilizar realidades como las de las personas intersex, con las que tenemos una deuda pendiente como sociedad. En Mi querida señorita seguimos dando primeras oportunidades a personas LGTBIQ+ tanto delante como detrás de las cámaras”.