Clint Eastwood también anuncia que rueda su última película

Como Tarantino, Clint Eastwood ha anunciado que la película que comenzará a rodar en breve será la última de su carrera. La diferencia es que el director de Pulp Fiction acaba de cumplir 60 años y el de Los puentes de Madison celebra este mes de mayo su 93 cumpleaños.

La película llevará por título Juror #2 y es un thriller judicial que puede recordar a Sospechoso (Suspect) (1987), esa película de Peter Yates con Cher como abogada, Dennis Quaid como miembro del jurado y Liam Neeson de acusado.

Juror #2 tiene lugar durante un juicio por asesinato, con uno de los miembros del jurado como centro de la trama involucrándose más de lo permitido en el caso que se juzga. Sus protagonistas será Nicholas Hoult (Renfield), Toni Collette y el propio Eastwood. Los dos primeros ya coincidieron en Un niño grande (2002), cuando Hoult comenzaba su carrera con 13 años.

Juror #2 será la película número 40 como director en solitario de Eastwood, una carrera que empezó en 1971 con la estupenda Escalofrío en la noche (Play Misty for Me), que, entre otras cosas, fue el verdadero antecedente de Atracción Fatal (1987).

Eastwood tiene cuatro Oscar (dos como director, por Sin perdón y Million Dollar Baby, y dos como productor de esas mismas películas), el premio Irving G. Thalberg y su sombra es ya la de las leyendas, pero nunca se ha creído nada. Por ejemplo, le ofrecieron protagonizar Los gritos del silencio (1984), pero rechazó la propuesta porque «no me pareció buena idea que un WASP de la Costa Oeste interpretara a un reportero judío de la Costa Este (el papel que terminó interpretando Sam Waterston y que le valió una candidatura al Oscar)». Y en cierta ocasión recordó un episodio de su vida que resume muy bien el tipo de persona que es: «Hace unos meses, en un acto benéfico, practiqué a un comensal la maniobra de Heimlich. La prensa dijo que había actuado como un héroe. No es cierto. Sólo quería que el individuo no vomitara en mi plato».

Tampoco ha tenido problemas en reconocer que realmente tocó fondo en alguna ocasión. Por ejemplo, al principio de su carrera, cuando hizo el western Ataque bajo el sol (Ambush at Cimarron Pass) (1958), «que fue el punto más bajo de mi carrera cinematográfica. Cuando se estrenó en un cine de barrio, mi mujer Maggie y yo fuimos a verla. Era malísima. Yo me hundía cada vez más en el asiento. Dije a mi mujer: “voy a dejarlo, de veras que voy a dejarlo. He de volver a la universidad, he de empezar a hacer algo con mi vida”.

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