Antes que Shyamalan, Spiral. Después del oso, Napoleón. Y antes del Hombre Lobo, Piercing.

Pasó por cines hace poco y ya está en plataformas. Hablamos de una película de aventuras ambientada en Islandia donde se habla islandés, inglés y polaco: Operación Napoleón. La historia, basada en una novela del escritor islandés Arnaldur Indrioason, muy querido por el cine, recuerda a esas películas clásicas que tantas alegrías nos ha dado siempre, como las basadas en novelas de Alistair MacLean. De todas nos quedamos con Operación Isla del Oso (Bear Island) (1979) porque la trama es muy parecida a esta otra Operación. Tenemos los restos de un avión militar alemán de la II Guerra Mundial localizados en un glaciar. Una teoría de la conspiración que habla de un plan de Alemania para invadir Islandia. El aparato contiene un secreto oculto durante años, alguien habla del oro que les quitaron a los judíos, pero lo cierto es que muchas personas, demasiadas, quieren dar con él y están dispuestas a todo. El único “pero” es que nadie nos avisa de que la película no termina, tiene un final abierto que nos invita a una secuela directa, justo cuando los tres protagonistas viajan a las montañas de Polonia para localizar un tesoro que cambiará la historia de la humanidad.

Otra película que pasó por cines hace unas semanas y ya está en plataformas es Verano en rojo, donde José Coronado vuelve al personaje de un veterano periodista de vuelta de todo, y algo acabado, que se encarga de investigar un asunto cada vez más enrevesado (como en la serie La chica de nieve). En este caso, una red de abusos sexuales dentro de la Iglesia. Luna, como se llama este periodista, seguro que firmaría estas palabras de Umberto Eco: “En el viejo periodismo, por muy asqueroso que fuese un periódico, había control. Pero ahora todos los que habitan el planeta, incluyendo los locos y los idiotas, tienen derecho a la palabra pública. Hoy, en internet, su mensaje tiene la misma autoridad que el prenio Nobel y el periodista riguroso”.

Hay una película perdida en esa jungla cinéfila que es Prime Video que pocos verán y menos conocerán. Se titula El asesino del nudo (The Clovehitch Killer) (2018) y nos cuenta la historia de un asesino en serie, un adolescente que sospecha de su padre y de eso que está tan de moda en los documentales de las plataformas que empieza con las palabras “Las cintas de…”. Esto no es un documental, pero las llamadas The Clovehitch Files, que una mujer guarda en su casa, tienen mucha importancia en la trama. Estamos ante una película que está por encima de un telefilm y un poco por debajo de un thriller de altura que se podría ver en cines. Es un típico American Gothic, con la América profunda fanática religiosa, secretos que se guardan en esos sótanos que tanto juego han dado en el cine de terror y, puestos a comparar, es más rigurosa y creíble que Disturbia (2007), esa película con Shia LaBeouf interpretando a un chico que sospecha que su vecino es un asesino en serie. En un momento dado, Don Burnside, el padre, exclama “me estoy haciendo viejo”. Este personaje lo interpreta Dylan McDermott, que tiene ya 62 años, y todos le recordamos como el malogrado agente Al D’Andrea de En la línea de fuego (1993) y como Bobby Donnell, el protagonista de la excelente serie El abogado, que protagonizó durante siete años.

Christopher Abbott está a un paso de convertirse en estrella. Será el Hombre Lobo en la nueva película del llamado Monster Universe, tras La momia (2017) y El hombre invisible (2020), ahora le vemos en Pobres criaturas (2023) y estará en Kraven el cazador (2024). Actor de 38 años natural de Connecticut, debutó en el cine con la inquietante Martha Marcy May Marlene (2011) y por ese arriesgado camino ha seguido. Por ejemplo, en Piercing (2018), película que se puede ver en Prime Video, interpreta a un hombre casado (con Laia Costa), y padre de un bebé, con tendencias psicópatas. Como no se decide a cargarse a su mujer y al niño, contrata a una prostituta sadomasoquista para sentir emociones fuertes y luego matarla. La película es malsana y rara, con Mia Wasikowska clavándose tijeras en la pierna (una escena difícil de ver) y Christopher Abbott en un papel que curiosamente repetiría con algunas variantes en Sanctuary (2022), esta vez con Margaret Qualley como la dominatrix. 

Christopher Abbott y Mia Wasikowska en PIERCING, película no apta para todos los paladares

Antes que Llaman a la puerta (Knock at the Cabin) (2023), de Shyamalan, estaba Spiral (2019), del menos conocido Kurtis David Harder. Los guionistas especializados en cine de terror Colin Minihan y John Poliquin nos ofrecen una historia donde ya estaban todos los elementos con los que jugó Shyamalan: una pareja gay, una casa en las afueras, la extraña gente que les acosa, la locura se instala en sus vidas y uno de los protagonistas no puede más que decir: “esta gente me da mal rollo”. Spiral se puede ver, ¿dónde si no?, en Prime Video.

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