Cuatro actrices y cuatro largas sombras

Son los rostros más conocidos de la serie Las largas sombras, cuatro actrices muy distintas pero que se complementan a la perfección en esta historia donde el pasado vuelve para ajustar cuentas.

Marta Etura. (San Sebastián. 1978)

La conocemos sobre todo por La trilogía del Baztán, tres entregas en forma de largometrajes basados en las novelas de Dolores Redondo sobre la inspectora Amaia Salazar. La primera, El guardián invisible (2017), fue un éxito, y la segunda, Legado en los huesos (2019), y la tercera, Ofrenda a la tormenta, (2020), se rodaron a la vez, algo que la actriz ha definido como “lo más difícil que he hecho en mi vida con diferencia. Hay una escena al final de Legado en los huesos en la que busco a mi hijo y cada parte de ese recorrido se rodó en un lugar diferente. Un trocito lo rodé en septiembre, otro en diciembre, otro en enero. De locos”.

Admira a Penélope Cruz tanto que decidió lanzarse a la aventura de ser actriz siguiendo sus pasos.

Debutó en el cine con la comedia Sin vergüenza (2001), rodeada de las mejores: Verónica Forqué, Candela Peña, Rosa María Sardá… En esa película la vio Jose Coronado y la recomendó para La vida de nadie (2002), de Eduard Cortés.

Tiene un Goya como actriz secundaria por Celda 211 (2009), donde interpretaba a la esposa embarazada del protagonista (Alberto Ammann).

Belén Cuesta (Sevilla, 1984)

La conocemos sobre todo por La trinchera infinita (2019) porque, aunque sus comedias han sido muy populares (Ocho apellidos catalanes, Hasta que la boda nos separe, la serie Paquita Salas), su cambio de registro en este intenso drama sobre un hombre que permaneció oculto durante 30 años en un escondite construido en su propia casa tras la Guerra Civil fue toda una revelación. 

Tiene un recuerdo inolvidable de Elena Anaya, con la que coincide en Las largas sombras: “Trabajé en la película Hierro (2009), como coach de niños, pero tuve que aparecer en un plano. Nunca antes había hecho cine ni televisión, y no era capaz de mirarme en pantalla. Elena, que era la protagonista, me dijo: Tienes que verte siempre. No para juzgarte, sino observándote para ver qué estás haciendo. Aquello se me quedó grabado”.

Tiene un Goya como actriz protagonista por La trinchera infinita (2019), una película clave en su carrera porque verla en ese registro fue una sorpresa para muchos. La actriz recuerda que se presentó al casting teñida de rubia platino porque así lo exigía su personaje en Parking (2019), que rodaba en esos momentos, y “no me convencía ni a mí misma”. Luego resulta que la llamaron para una segunda prueba y ya apareció de morena.

Aunque los premios los ha ganado fundamentalmente por su dramática interpretación de la mujer del escondido Antonio de la Torre, la actriz reconoce que “los dramas se llevan todos los méritos, pero hacer reír es más complicado”.

Irene Escolar (Madrid 1988)

Es nieta de Irene Gutiérrez Caba y sobrina nieta de Emilio y Julia y fue pareja del actor Martiño Rivas. Debutó en el cine por todo lo alto, a las órdenes de Christopher Hampton y junto a Antonio Banderas y Emma Thompson en Imagining Argentina (2003) y un año después rodó con Carlos Saura el true crime El 7º día. La conocemos sobre todo por su inolvidable interpretación de Juana I de Castilla en la serie Isabel (2014). Pero, sobre todo, Irene es un “animal” de los escenarios, formada en la escuela de Cristina Rota, en Londres y en la Biennale de Venecia.

Ganó el Goya a la Mejor actriz revelación por Un otoño sin Berlín (2015), una película de la que se siente muy orgullosa, con ella en todos los planos y escenas improvisadas. En su familia todos han ganado o han estado nominados al Goya. Su padre, José Luis Escolar, como mejor dirección de producción en cuatro ocasiones, su tío Emilio como actor de reparto en dos y, además, consecutivas, su tía Julia como actriz de reparto por You’re the One (2001) y su abuela Irene (que falleció en 1995) estuvo nominada por La casa de Bernarda Alba (1987).

Dice con orgullo que ha compartido los mismos personajes que hicieron en escena Cate Blanchett (Tío Vania), Michelle Williams (Oleanna) y Rooney Mara (Blackbird).

Elena Anaya (Palencia, 1975)

Debutó en el cine ya en papeles protagonistas de la mano de Alfonso Ungría en África (1996) y de Fernando León de Aranoa en Familia (1996). Trabajó por primera vez con Pedro Almodóvar en Hable con ella (2002) y por la segunda, La piel que habito (2011), se llevó el Goya. En el cine internacional ha sido vampira sedienta de sangre en Van Helsing (2004), villana en Wonder Woman (2017) y musa de Woody Allen en Rifkin’s Festival (2020).

En Wonder Woman interpretaba a la Dra. Maru, una mujer escondida tras una prótesis de plástico. Un look que es un homenaje a La piel que habito (2011) porque la directora Patty Jenkins es una gran fan de Almodóvar. 

Muy celosa de su vida privada, ha dejado claro que no es generosa a la hora de decirle a la gente quién es y qué le gusta hacer, “es mi vida y sólo me pertenece a mí, a mis amigos y a mi familia”.

Las largas sombras se puede ver en Disney +

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