Si el hijo de Norman Bates hace cine, ¿por qué no el del padre Karras, que practicó un exorcismo a una niña llamada Regan? Efectivamente, Osgood Perkins, hijo de Anthony Perkins, ha dirigido varias películas de éxito, la última Longlegs (2024), y Joshua John Miller, hijo de Jason Miller, el actor que interpretó al padre Karras en el clásico de 1973, es el director de The Exorcism, también conocida como The Georgetown Project o El exorcismo de Georgetown.
El exorcista se estrenó en Estados Unidos el 26 de diciembre de 1973, justo un año después, el 26 de diciembre de 1974 nació Joshua, hermano por parte de padre del actor Jason Patric (1966). En Georgetown transcurren las dos películas, la del padre y la del hijo, y de hecho la más moderna es una especie de homenaje a la clásica. Lástima que sea tan mala y aburrida.
Russell Crowe interpreta a un actor llamado Anthony Miller, un personaje que arrastra tantos tópicos que casi no puede ni andar. Tiene un pasado tormentoso, ¡sorpresa, fue alcohólico! y acaban de darle el papel de sacerdote en una especie de nueva versión de El exorcista. El problema es que este trabajo lo ha conseguido pasando por la desgracia del actor previsto, como Guy Woodhouse en Rosemary’s Baby. Además, más sorpresas todavía, tiene una hija adolescente con la que se lleva fatal, aunque todos sabemos que terminarán más unidos que nunca. La chica le dice a su padre que el guion de la película es horrible. La adolescente tiene razón, aunque con 16 años quién sabe si es una experta o no.
Los responsables prefieren decir que van a rodar un “drama psicológico envuelto en una película de terror”. Se titula «Georgetown Project», como se titula «Mr. Smith se va a Washington» la película en la que trabaja Chris MacNeil (Ellen Burstyn) en El exorcista. No hace falta ser un lince para adivinar que este rodaje va a estar maldito. Alguien, visto lo visto, se pone a nombrar algunas películas que arrastran una leyenda oscura de desgracias: El exorcista (1973), La profecía (1976) y Poltergeist (1982). Las cosas van de mal en peor y es entonces cuando alguien le dice a Miller que el papel le está afectando demasiado (lógico, si tenemos en cuenta que Crowe también es el protagonista de El exorcista del Papa, rodada un año antes). La película se vuelve muy oscura y no se ve nada la mayor parte del tiempo, así que nos da un poco igual lo que está pasando. Parece ser que Miller ha sido poseído por el demonio, pero eso es lo de menos. A estas alturas sólo queremos que Russell Crowe salga de la pantalla y entre Max von Sydow.
The Exorcism se puede ver en M+