Vidas de Película, el periodismo cinematográfico

Resulta un ejercicio interesante comparar los libros Una Vida de Película. Stardust Memories (Uno Editorial) y Mata a tus ídolos (Catedral Edición). En ellos, dos periodistas cinematográficos, Pepe Ruiz en el primero y Toni García Ramón en el segundo, nos relatan sus experiencias entrevistando y conversando con las grandes estrellas mundiales, por todo el mundo, en Festivales de cine, ruedas de prensa, press-junkets o simplemente en encuentros informales alrededor de una mesa con una bebida y confidencias varias. Hablan de dos épocas distintas, porque Ruiz, nacido en Caracas en 1933, empezó en la década de 1970, y Toni, nacido en Mataró en 1971, empezó en 1996, pero en sus relatos uno puede comprobar cómo ha cambiado el periodismo cinematográfico, o cómo no ha cambiado nada. Las anécdotas de Toni son divertidas, sarcásticas y algunas demoledoras. Las de Ruiz son más amables y azucaradas, quizá porque fue muy amigo de muchos de los entrevistados.

En el caso de Una Vida de Película. Stardust Memories nos enteramos de que el padre de Pepe Ruiz era amigo de George Raft, que su director favorito es Joseph Leo Mankiewicz, que La Tía Tula (1964) es para él la mejor película del cine español y que la primera figura del mundo del cine que conoció fue Vincente Minnelli, en Nueva York durante un ciclo dedicado al cineasta. Llegó a España y animado por Pedro Olea ingresó en la Escuela Oficial de Cinematografía, para luego entrar en TVE donde dirigió los míticos Revista de Cine y De Película.

Por las páginas y los recuerdos de Ruiz pasan grandes amigos suyos como Pilar Miró y Carmen Maura y leyendas como Bette Davis y Liz Taylor. Y, sobre todo, nos cuenta cientos de anécdotas de lo más curiosas, como una que implica a Liz Taylor con Agata Lys. Su amistad con Ava Gardner se lleva muchas páginas, pero también el detalle que tuvo con él Harrison Ford, el gran gesto de Ellen Burstyn en el aeropuerto de Moscú, su viaje a la finca de Coppola en Napa Valley donde los acompañó George Lucas, su encuentro en París con Woody Allen y Meryl Streep o en Marbella con Deborah Kerr y Peter Viertel y Sean Connery.

Hay afirmaciones en el libro que son discutibles, como cuando dice que Antonio Banderas es el único actor español que se ha integrado totalmente en la industria del cine americano, olvidándose del gran Antonio Moreno, madrileño que, entre otras cosas, fue galán de Greta Garbo. O como cuando cuenta que su primer encuentro con Liz Taylor fue en el Festival de San Sebastián de 1973 «cuando ella acudió al certamen con una película bastante mediocre». Pues bien, la película era Night Watch (Una hora en la noche) y es un film de misterio bastante decente basado en una obra de teatro de Lucille Fletcher.

Pero no todos salen bien librados en el libro de Jose Ruiz. John Travolta es para el periodista «endiosado y pretencioso», Isabelle Huppert es «soberbia», Omar Sharif un «maleducado» y Max Von Sydow un «educado caballero que sólo tenía un defecto: de lo único que se podía hablar con él era de cine». También comete errores, como cuando dice que Madonna recibió una nominación al Oscar por Evita (1996) o cuando asegura que el mexicano Pedro Armendáriz interpretó al villano en Desde Rusia con amor (1963), cuando hacía de aliado de James Bond.

Habla también de sus entrevistas a Paul Newman, Stewart Granger, Clint Eastwood, Sylvia Kristel, Roman Polanski, un jovencísimo Mel Gibson, Anouk Aimée y de un encuentro con Alida Valli en una librería de Venecia y con Brad Pitt en el Festival de Valladolid cuando era en ese momento un actor desconocido que presentaba en el certamen Thelma y Louise (1991).

El libro termina con estas palabras que merecen ser recordadas: «Me siento un poco como Peter Pan, que se niega a crecer, lo que conduce al aislamiento, a una inseguridad infundada, a poseer una sensibilidad a flor de piel, que te emociona con la más leve muestra de sentimientos afectivos, a sentirme en muchos momentos dominado por la nostalgia». 

Pepe Ruiz falleció en enero de 2023.

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