En 1976 se estrenaba La Profecía, una película que nacía del éxito de El exorcista (1973) y que llegaba para rivalizar con esta como la mejor película de terror del cine moderno. En vez de una niña, ahora tenemos un niño, Damien, huérfano adoptado por Robert Thorn y su esposa Katherine.
En el equipo, el director Richard Donner (justo antes de dirigir Superman), las estrellas Gregory Peck y Lee Remick, el guionista David Seltzer, el productor Alan Ladd Jr. y el compositor Jerry Goldsmith para una película nominada a dos Oscar, precisamente por su banda sonora (que fue premiada) y por la canción Ave Satani (la única nominada por una película de terror en la historia de los premios y la única nominada escrita y cantada en latín), ambas firmadas por Goldsmith.
La Profecía fue un éxito de crítica y público y recaudó más de 60 millones de dólares, con un presupuesto de casi tres millones, y dio origen a dos secuelas, la primera de 1978 protagonizada por William Holden y Lee Grant, y la segunda de 1981 con Sam Neill y Rossano Brazzi, una cuarta entrega estrenada directamente en televisión, una serie en 2016 y un remake de la película original rodado en 2006 con Liev Schreiber y Julia Stiles.
A la película del recordado Richard Donner (1930-2021) no la podemos llamar La Primera Profecía porque así se titula la que se estrena ahora, así que la daremos el nombre de La profecía original. Con ella empezó todo y el que mejor parado salió fue Gregory Peck, la gran estrella de Hollywood que en ese momento tenía 60 años y un Oscar por su inolvidable Atticus Finch de Matar a un ruiseñor (1962). El actor aceptó el personaje de Robert Thorn, el embajador de Estados Unidos en Reino Unido, por una cifra inferior a su salario habitual a cambio de garantizarse el 10% de la recaudación bruta de la película en taquilla. Fue sin duda la interpretación mejor pagada de su carrera y eso que llegó al rodaje como segunda opción tras haber rechazado el papel Charlton Heston.
También se sabe que Donner no quería una historia con elementos sobrenaturales, en la trama no iba a ocurrir nada que no pudiera suceder en la vida real, incluyendo ese tono realista de una familia en crisis por el drama que están pasando con su hijo. Donner se jugaba su carrera con esta película. Alan Ladd Jr., entonces presidente de Twentieth Century Fox, le sacó de la televisión para darle esta gran oportunidad en la gran pantalla, del resultado iba a depender su futuro en el cine.
El fin de la historia pasa por Entertainment Weekly, que calificó la película como la decimocuarta más aterradora de todos los tiempos, y por el American Film Institute, que la incluyó en la lista de 2001 de las 100 películas estadounidenses más emocionantes de todos los tiempos.
En 1978 se estrenó Damien: Omen II, con un presupuesto dos veces superior al de su antecesora, y la estrella William Holden en el papel de Richard Thorn, el hermano de Robert, que se ha hecho cargo de su “diabólico” sobrino. En The Omen III: The Final Conflict (1981) Damien ya es un adulto, interpretado por Sam Neill, muy bien posicionado en los negocios y dispuesto a seguir los pasos de su padre como embajador de los Estados Unidos en Reino Unido.
El remake de 2006 se parece tanto a la película de Donner que la Writers Guild of America le negó el crédito a Dan McDermott porque consideró que su historia se parecía demasiado a la de David Seltzer de 1976. Seltzer, a pesar de no haber participado para nada en esta revisión, recibió el crédito exclusivo de guionista.
Lo mejor de este prescindible remake es la presencia de Mia Farrow como Mrs. Baylock. En la película original este personaje lo interpretó la gran Billie Whitelaw. Parece que a Mia le van los niños diabólicos: niñera de uno aquí y madre de otro en el gran clásico La semilla del diablo (Rosemary’s Baby) (1968).
La Maldición de La Profecía
Poltergeist (1982), El exorcista (1973), El resplandor (1980)… Películas víctimas de siniestras maldiciones, como ocurre con La Profecía (1976), o eso dicen. Accidentes de coche, atropellos, rottweilers atacando a sus entrenadores, el IRA bombardeando el hotel en el que se alojaban los cineastas y vuelos cambiados en el último minuto que terminaban colisionando…
Pero Richard Donner rechazaba cualquier comentario sobre el tema porque a él La profecía le trajo mucha suerte. Gracias a su éxito, se le abrieron de par en par las puertas para dirigir Superman (1978), el comienzo de una carrera de clásicos tan recordados como Los Goonies (1985) y Arma Letal (1987).
La Primera Profecía
Y llegamos a la película actual, primer largometraje en cines de la directora Arkasha Stevenson, graduada del American Film Institute, que cuenta la historia de una joven norteamericana que es enviada a Roma para iniciar una vida de servicio a la iglesia. Una vez allí se topa con una oscuridad que le hace cuestionar su fe para descubrir después una terrorífica conspiración para provocar el nacimiento del anticristo. La protagonista es la inglesa Nell Tiger Free, que estuvo en Juego de Tronos y en Servant. Junto a ella, los veteranos y siempre eficientes Nill Nighy, Charles Dance y Sonia Braga.
La Primera Profecía se presenta como una precuela de la original, la de 1976.
