En 2012, hace ahora 12 años, Sofía Vergara se negó a orinar encima de Zac Efron y fue sustituida por Nicole Kidman. Fue en la película El chico del periódico (The Paperboy), que, a Peter Dexter, el autor de la novela en que se basaba, no le gustó, pero que estaba muy bien y en ella se decían frases como “Acertaba a menudo con la gente, tal vez porque esperaba siempre lo peor” o “Me parecía que no faltaban razones para llorar, aunque tal vez no hubiera podido decir cuáles eran”.
En la película los personajes de Kidman y Efron tienen una relación muy especial, tanto que, en la ya famosa escena, a él le pica una medusa y ella le hace pis encima para aliviarle el escozor. La actriz ha dicho, porque le han preguntado mucho, que nunca revelará hasta qué punto la escena es auténtica o no. El que sí habló fue Zac Efron, de lo nervioso que estaba cuando se enteró que su compañera de reparto sería la gran estrella de Moulin Rouge (2001), él, un chico de 24 años que se enfrentaba a su primer personaje de peso tras su paso por las comedias musicales de Disney. En una escena, los dos personajes bailan y Kidman improvisó más de la cuenta. El actor ha dicho que el rodaje de esa mágica secuencia fue «el momento en que me convertí en hombre».
Kidman y Efron se vuelven a encontrar ahora en Un asunto familiar (A Family Affair) (2024), una comedia romántica donde él es una superestrella de cine y ella Brooke Harwood, viuda y madre de Zara, la asistente personal del actor, una joven que está hasta las narices de los caprichos de su jefe y que está interpretada con las revoluciones a mil por Joey King.
Cuando la señora conoce al actor, este le pregunta de dónde viene su acento, ella le contesta que de Australia y entonces dice: ¿conoces a Margot Robbie? No, contesta la mujer. Otra cosa sería si le hubiera preguntado por Naomi Watts, ya que es la mejor amiga de Kidman desde los tiempos en los que ambas empezaban sus carreras. De todas formas, Brooke / Kidman miente porque sí conoce a la protagonista de Barbie (2023). Trabajaron juntas en El escándalo (Bombshell) (2019).
Chris Cole, el personaje de Efron, es una mezcla de Sylvester Stallone y Tom Cruise. Está ligado a una franquicia de éxito, cine de acción que él está empezando a despreciar. “Voy a rodar una película y el guion es un espanto”, dice. El actor y la viuda comienzan una relación a espaldas de la chica, que la pobre tiene que lidiar con el carácter excéntrico de la estrella y con la buena de Brooke, a la que quiere mucho, pero con la que choca bastante. Menos mal que por ahí anda Leila, la suegra de Brooke y abuela de Zara. Kathy Bates interpreta este personaje como si lo hubiera hecho toda la vida. Ella es muy grande y hace fácil lo difícil. O bueno lo malo.
Brooke dice que ella y Chris no se llevan 20 años de diferencia, que en realidad son 16 (vuelve a mentir, porque Kidman y Efron se llevan exactamente 20 años y cuatro meses) y que Chris Cole “hace siempre el mismo personaje”. Por lo menos el actor es autocrítico y piensa que el mayor problema del nuevo guion es “que se va a rodar”.
El mayor problema de esta película, y lo sentimos por Richard LaGravenese, el director que fue guionista de Los puentes de Madison (1995), es que se ha rodado.
Un asunto familiar (A Family Affair) se puede ver en Netflix
