Natalie Portman es Elizabeth, una actriz que va a interpretar en la pantalla la historia real de Gracie (Julianne Moore), una mujer que fue protagonista de un escándalo que se convirtió en un acontecimiento mediático nacional. Con el fin de conocerla, y saber de la vida que ha llevado con su familia desde entonces, la actriz viaja a Savannah (Georgia) y comienza el delicado proceso de exploración de esta extraña y conmovedora historia. Así logramos comprender el pasado de la matriarca, y de su joven marido: un coreano-americano, con quien comenzó su romance cuando él tenía apenas 13 años.
Esta es la sinopsis de Secretos de un escándalo (May December), melodrama de Todd Haynes, maestro de melodramas, que, para sorpresa de muchos, se ha quedado fuera de los Oscar (sólo tiene una candidatura al mejor guion original), cuando en las quinielas sonaba en las categorías, por lo menos, de Actriz y Actor secundario.
La «madre» del proyecto es Natalie Portman. Ella le llevó el guion a Todd Haynes, como nos cuenta en esta entrevista el responsable de títulos como Velvet Goldmine (1998), Lejos del cielo (2022) y Carol (2015).
¿Cómo descubrió el guion de Samy Burch y qué fue lo que le atrajo de él?
Por Natalie Portman. Me lo envió en 2020, en pleno COVID, cuando se especulaba mucho sobre qué iba a hacer la gente cuando se reactivara la industria. En ese momento, yo leía muchos guiones, pero el de Samy me pareció increíblemente llamativo. Para ser una guionista relativamente nueva, se desenvolvía con mucha seguridad a la hora de tratar temas moralmente inquietantes.
¿Qué tipo de estética visual y tono quería que captara esta película?
La primera vez que leí la historia me resultó difícil no pensar en Persona (1966), de Ingmar Bergman, por dos motivos: el primero, por la interacción ente los dos personajes centrales femeninos, (uno de los cuales también es actriz en Persona); y el segundo, por la fusión entre varios temas de mujeres. Y luego se me vinieron a la cabeza otras películas, centradas en personajes femeninos paralelos, como Sonata de Otoño (1978), también de Bergman; o 3 Mujeres (1977), de Robert Altman; y también pensé en películas que tratan de mujeres mayores que entablan relaciones con hombres más jóvenes, como El Graduado (1967); El Crepúsculo de los Dioses (1950); o Domingo, Maldito Domingo (1971). Y a partir de estas referencias, empecé a imaginar la manera de contar estas historias, con encuadres que se mantuvieran quietos.
Has trabajado mucho con Julianne Moore, desde Safe en 1995. ¿Qué vamos a descubrir nuevo de ella en esta película?
El repertorio de Julianne a lo largo de los años abarca un increíble elenco de mujeres complejas y una amplia gama de personajes y sensibilidades. Gracie recuerda a otros personajes que ha interpretado, pero lo que realmente la distingue es lo mucho que se deja llevar por su propia voluntad y sus deseos, y cómo ha aprendido a esperar que el mundo se adapte a ellos; y que los hombres de su vida acaben cediendo a sus necesidades y exigencias.
¿Y la interpretación de Natalie?
Sólo te puedo decir que es tan asombrosa que te desestabiliza. Uno tiene la expectativa de que su personaje, Elizabeth, va a ser nuestra representante, nuestra forma de meternos en la historia. Ella es la forastera que entra, y les formula todas las preguntas a las personas relevantes, pues tiene una misión: quiere representar la realidad. Pero a medida que se van desarrollando los acontecimientos, empiezas a perder la confianza en su punto de vista, en su manera de ver las cosas. El monólogo final, en el que Natalie interpreta a Gracie leyendo una carta perdida que Joe había conseguido conservar, es uno de los momentos más álgidos de la película. De hecho, cuando leí el guion, tomé la decisión de rodar el filme gracias a esta escena. Y me la había imaginado tal cual la filmamos: en un único plano medio estático en el que Elizabeth lee la carta como Gracie ante la cámara.
También se habla mucho de la actuación de Charles Melton. ¿Cómo consiguió el papel?
Sabía que encontrar a nuestro Joe iba a ser todo un reto, y confié en la directora de casting, Laura Rosenthal, para que me ayudara a buscar al actor adecuado, y lo logramos. Charles Melton es conocido, sobre todo, por la serie de televisión Riverdale, así que esto iba a significar todo un cambio para él como actor. De inmediato me sorprendió su sencillez y su comprensión de Joe.
Es difícil dejar de pensar en la escena del espejo cuando Gracie le enseña a Elizabeth cómo se maquilla y luego se lo aplica a ella. ¿Qué quería transmitir con esa escena?
La escena del maquillaje en el baño es una pieza central, un punto de inflexión en la película, que marca la progresión de Elizabeth estudiando a Gracie y la concesión de confianza y revelaciones que intercambian las dos mujeres; y que está impregnado de intimidad y cruce de límites. Entonces te das cuenta de que ambas están dispuestas a correr ese riesgo (el de la confianza íntima, la una con la otra y viceversa). Probablemente, esa sea la escena que evoca más directamente imágenes de Persona, porque están las dos mujeres de perfil aplicándose el maquillaje y luego se vuelven hacia la lente de una cámara, que es el espejo, y observan cómo se experimenta esa transformación.
¿Por qué decidieron rodar en Georgia?
El guion estaba ambientado originalmente en Camden, Maine, y por razones prácticas, pero también narrativas y estéticas, nos decidimos por Savannah, Georgia. Sam Lisenco, el diseñador de producción, y yo vimos Tybee Island en el mapa y pensamos: “Aquí es donde probablemente Gracie viviría. No viviría en el centro histórico de Savannah”. Así que fuimos allí en agosto de 2022 y descubrimos que Savannah superaba con creces nuestras expectativas.
¿Qué significa el título original de la película?
May December es un término que designa una relación entre alguien más joven y alguien mucho mayor. Me pareció una forma matizada de plantear los términos de la película justo en el título. Además, mayo también es un mes importante en este largometraje, porque es cuando se desarrollan todos los acontecimientos.
