Reptiles: el descenso a los infiernos de Benicio

Para ir abriendo boca, -puesto que la agente inmobiliaria que muere brutalmente asesinada al principio de la película ha recibido, además de múltiples cuchilladas, un mordisco en las manos-, con esta película estamos en el terreno de Prisioneros (2013), Nightcrawler (2014) o Animales nocturnos (2016), thrillers inquietantes, cocinados a fuego lento con personajes potentes que descienden a los infiernos en una trama oscura y nada complaciente con el espectador. Con Reptiles (Reptile), como con las tres apuntadas, hay que tener paciencia, dejar que te lleve de la mano y no protestar. 

Con permiso del director, el debutante en el largometraje Grant Singer (que viene de realizar muchísimos videoclips y de participar en los efectos visuales de la oscarizada Todo a la vez en todas partes), el alma de la película es Benicio del Toro, como protagonista, guionista y productor.

El actor es el detective de la policía de Nueva Inglaterra Tom Nichols, atormentado y silencioso sabueso que arrastra un pesado pasado y un presente con una mujer, Judy, a la que adora, interpretada por una recuperada para el cine de primera Alicia Silverston, que fue una estrella hasta que en 1997 el batacazo de Batman y Robin se la llevó por delante. 

Una joven agente inmobiliaria ha sido acuchillada en una de las casas de lujo que estaba enseñando y enseguida aparecen como reptiles bajo las piedras un montón de sospechosos. Tenemos al prometido de la víctima, el muy pijo y muy altanero Will Grady (Justin Timberlake, en una de las mejores interpretaciones de su carrera de actor). También está el ex marido de la chica, Sam Gifford (Karl Glusman, ese actor que estuvo casado con Zoë Kravitz y ya fue sospechoso en Animales nocturnos). Y está Eli Phillips, un tipo muy raro que tiene cuentas pendientes con la poderosa familia Grady y que encarna, desaliñado y repulsivo, un absolutamente irreconocible Michael Pitt.

Luego aparece la elegante Camille Grady, la madre controladora de Will, que interpreta con toda su elegancia y mirada de serpiente Frances Fisher, actriz que sale en dos películas ganadoras del Oscar, Sin perdón (1992) y Titanic (1997), y tiene una hija con Clint Eastwood, Francesca.

El puzzle se completa con los compañeros policías de Tom, una piña de colegas que se reúnen los fines de semana para beber cervezas, jugar a las cartas y hablar de casos complicados, como el de la pobre Summer Elswick (la actriz italoamericana Matilda Anna Ingrid Lutz), la chica apuñalada. Y en ese grupo está el Capitán Robert Allen, tío de Judy y mentor y mejor amigo de Tom. Muchos reconocerán en ese papel a Eric Bogosian, escritor, actor y finalista del Premio Pulitzer por su obra Talk Radio, llevada al cine por Oliver Stone en 1988 con él de protagonista y guionista.

En un momento de la película, Judy Nichols nombra a Ted Bundy, uno de los más horribles asesinos en serie de la historia. Y en otro momento, Tom Nichols se queda fascinado ante un grifo que hay en la cocina de la lujosa mansión de los Grady. La imagen de ese grifo que se activa por un sensor automático cierra la película, y para tenerlo hay que pagar un precio muy alto, un peaje que te lleva directamente a los infiernos. 

Reptiles se puede ver en Netflix

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