33 años después del estreno de Reservoir Dogs en el Festival de Cine de Sundance, el cineasta dos veces ganador del Oscar regresó a Park City. Quentin Tarantino parece estar harto de la industria cinematográfica y nos lo explicó.
En una rara aparición en la Suite Elvis en Upper Main Street, el realizador de Pulp Fiction (1994) reconoció pese a todo su amor por el cine. “No tengo prisa por meterme en la producción de mi próximo filme, llevo trabajando 30 años y quiero tomarlo con calma. No quiero terminar haciendo una película con prisas, quiero esperar hasta que mi hijo cumpla 6 años. Tarantino es padre de dos hijos con Daniella Pick: Adriana y Leo.
Por supuesto, teniendo en cuenta las alegrías de la paternidad y la familia, Tarantino reveló que está trabajando en una obra que espera vea la luz el próximo año. “Si es un éxito, podría ser mi última película”, añadió admitiendo estar cansado. “Estoy muy, muy cansado de trabajar”.
A sus 61 años, el director reconoció en el frío Festival de Sundance que está extendiendo sus alas hacia otras salidas creativas ante su frustración con las cortas ventanas de las películas en los cines. «¿Qué carajo es una película que se proyecta durante cuatro semanas en el cine y a la segunda semana ya la ves en televisión? No me metí en esto (el cine) para obtener rendimientos decrecientes”. Luego explicó por qué está tan entusiasmado con el teatro en este momento.
“Los espectadores pagan mucho dinero por sentarse en ese asiento”, dijo sobre la creciente tendencia del público a llenar los teatros más que los cinéfilos los cines. “No hay forma de grabarlo, no hay móviles, eres dueño de la audiencia durante ese tiempo. Son todos tuyos, están en la palma de tu mano. No se trata sólo de hacer arte, se trata de sorprenderlos, se trata de brindarles una gran noche de fiesta. Para mí, eso es jodidamente existencial. Es la última frontera”. Ante sus acaloradas palabras, el público estalló en aplausos de júbilo.
En lo que respecta al hastío de Tarantino con la industria cinematográfica, siente que ya lo ha dado todo. “He podido trabajar en el escalón más alto de la industria cinematográfica”, dijo sobre su carrera y apuntó con sus palabras contra las plataformas por contribuir a la muerte de la experiencia cinematográfica. El cineasta acusó a Hollywood de que los estrenos en cines han empeorado drásticamente desde su última película, Érase una vez en… Hollywood (2019), y aseguró que los estudios no le dan a las películas la importancia adecuada. “¿Qué carajo es una película ahora? ¿Qué? ¿Algo que se proyecte en los cines a cambio de un estreno simbólico durante cuatro malditas semanas? Ya era bastante mala la situación en el 97. Ya fue bastante malo en 2019, y ese fue el último maldito año de las películas”. Como dice Tarantino, estamos ante una nueva normalidad, donde los estudios han encontrado una manera de obtener ganancias considerables al lanzar sus nuevos títulos al formato digital. Todo esto devalúa completamente el valor del cine.