Hasta hace poco era un misterio. Y nadie contestaba a la pregunta: ¿qué hace Branagh en lo nuevo de Nolan? Pues meterse en la piel del ganador del Premio Nobel de Física en 1922, Niels Bohr, una personalidad venerada por Oppenheimer y otros científicos de su generación por su estudio de la estructura atómica y su afamada «Interpretación de Copenhagen» de la mecánica cuántica.
Para interpretar a Bohr, Christopher Nolan necesitaba a alguien con una trayectoria que intimidara, a una verdadera personalidad, y buscó a su amigo y colaborador Kenneth Branagh, que dio vida al valiente comandante Bolton en Dunkerque (2017) y al villano Andrei Sator en Tenet (2020).
«Me gustó contar con un punto de partida. Niels Bohr es un gran hombre de ciencia, ganador del Nobel, uno de los arquitectos de nuestros tiempos en esta transición de la física clásica a la cuántica, que fue parte del movimiento mundial hacia el conocimiento que trajo la bomba atómica, la energía nuclear y todo lo que aquello conllevó. Hay muchísimo material disponible sobre él. Puedes oírlo, puedes verlo, puedes observarlo y puedes leer mucho sobre él. Lo que más me sirvió son los pequeños detalles que elegí cuidadosamente. A Bohr le apasionaba el fútbol. Su hermano jugaba en la selección nacional danesa y él mismo era un gran futbolista. Siempre le gustó estar al aire libre. Cuando fue a Los Álamos, esquió. Le encantaban las películas del Oeste mudas de los años 20. Y, según quienes lo observaban, era una persona muy despistada. Se trataba de un hombre excepcionalmente brillante capaz de enredarse en una conversación con Einstein y, a la par, un tipo muy de a pie. Era capaz de perderse cruzando la calle, pero su mente era tan aguda y afilada como una cuchilla”, nos cuenta Branagh.
Nolan ayudó a Branagh a centrarse más en su actuación comparando la relación entre Bohr y Oppenheimer con la de famosos personajes de hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana. “Aunque Oppenheimer no pasara necesariamente mucho tiempo con él, Bohr era importante para él. A Chris se le ocurrió que tenía una especie de relación tipo Obi-Wan-Kenobi con Oppenheimer, así que resultaba útil pensar en ella en esos términos. Bohr, era, en cierto modo, un mago, alguien que entendía unos cuantos grados más de lo que Oppenheimer comprendía. Pero Bohr también valoraba que Oppenheimer fuera quien iba a presentar la bomba atómica al mundo. Reconocía que Oppenheimer sería capaz de entender la ciencia y aguantar los juicios y tribulaciones que surgirían a raíz de aquello, algo que Bohr intuía que iba a ser necesario”.
Branagh asegura que nunca ha dejado de admirar la capacidad de Nolan para liderar al reparto y al equipo técnico produciendo películas tan ambiciosas, arriesgadas y gratificantes. “Es muy emocionante trabajar con alguien con tanto talento natural como cineasta, seguro en todas las cuestiones importantes. Chris lidera la carga con una extraordinaria ética laboral. Siempre es divertido, tiene mucho sentido del humor, es amable y escucha a sus actores. Es un tremendo colaborador y un gran líder natural. Es algo maravilloso poder verlo y apoyarlo”.
En la foto, Kenneth Branagh en la premiere en Londres de la película.