Los delincuentes favoritos de los cines están de vuelta, pero esta vez tienen compañía. En la nueva entrega de la taquillera comedia de DreamWorks Animation en torno a un genial equipo de animales que no respetan la ley, los ahora muy reformados Tipos Malos se esfuerzan (mucho, muchísimo) en ser buenos, pero involuntariamente se ven envueltos en un golpe de envergadura mundial planeado por un inesperado grupo de criminales: las Tipas Malas. Pierre Perifel y Juan Pablo Sans presentan la secuela de Tipos Malos
Un francés y un venezolano llegan a DreamWorks
Pierre Perifel (que ya estuvo a los mandos de la primera) y JP Sans (jefe de animación en la anterior entrega) son los directores de esta secuela que arranca cuando los Tipos Malos descubren que ir por el buen camino es mucho más complicado de lo que imaginaban. A partir de ahí empezó un brainstorming intensivo: ¿Cómo podían sorprender al público permaneciendo fieles a los personajes y al corazón de Los tipos malos? ¿Cómo llevarlos a un lugar donde nunca habían estado?

Perifel no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de llevar la historia hacia horizontes inesperados expandiendo el marco del género con más matices y contexto. Él y su equipo siguen inspirándose en la serie de libros superventas de Aaron Blabey para que la franquicia alcance el equilibrio perfecto, mezcla de sofisticación, absurdo y humor.
“Hace más de catorce años que Pierre y yo nos conocemos”, dice JP Sans. “No solo somos colegas creativos, también somos amigos, por lo que todo el proceso es mucho más cooperativo y divertido. Nos entendemos muy bien contando historias y nos compaginamos decidiendo el estilo visual. Cuando trabajas con alguien en quien confías, es mucho más fácil empujarse mutuamente para implementar ideas más grandes y más osadas”.

¿Por qué una persona es buena o mala?
Esta sinergia, que pulieron cuando codirigieron el premiado cortometraje Bilby en 2018, ayudó a moldear el tono y el núcleo emocional de la secuela. “JP y yo compartimos una comprensión instintiva de la narración visual”, añade Pierre Perifel. “Enfoca las escenas desde una perspectiva muy característica que le permite entender el recorrido emocional y las relaciones, mientras que yo tiendo a centrarme en el lenguaje visual y en el estilo. Juntos podemos construir algo mucho mejor que si lo hacemos cada uno por su lado”.
Esta colaboración también incluyó al autor Aaron Blabey, cuyos libros son los cimientos de la franquicia. “Aaron es muy generoso”, dice JP Sans. “Sus libros se basan en un alucinante equilibrio entre la sofisticación y la tontería, con mucho sentimiento por debajo de un chocante sentido del humor. Las ilustraciones desprenden energía y personalidad, algo que queríamos honrar visualmente, más aún al expandir su universo. Nos otorgó total libertad creativa, pero siempre hemos permanecido anclados en el espíritu de lo que creó desde el principio”.

Por debajo de la acción y la comedia, la película plantea una pregunta universal: ¿De verdad puede uno cambiar? “Al fin y al cabo, se trata de una historia sobre una segunda oportunidad”, dice Pierre Perifel. “¿Cómo reconstruyes tu vida después de una serie de errores? Incluso si de verdad se cambia, ¿cómo demostrarlo? Sobre todo cuando el mundo se esfuerza en hacerte volver a ser como eras antes. Nuestros personajes empiezan a aprender a aplicar sus antiguas habilidades en circunstancias diferentes, a servir en vez de dañar. Es el impulso que les lleva a emprender este nuevo viaje”.
Estos temas elevan la película más allá del género propiamente dicho dirigiéndola hacia el complejo concepto de identidad. “La historia explora por qué una persona es buena o mala”, explica JP Sans. “¿Cómo se define la bondad? ¿Tiene que ver con cómo eras o con cómo has decidido ser? Son las preguntas que queríamos plantear para un mundo que nos anima a ser cínicos, utilizando un paquete que fuera desternillante y locamente entretenido”.

El verdadero superpoder
Pierre Perifel reconoce que esta secuela representó un reto creativo y un hito personal: “Creo que he tenido muchísima suerte al poder regresar a estos personajes y llevarlos a otro viaje loco, empujarlos hacia tierras desconocidas, ver cómo maduraban. Es verdad que las secuelas siempre implican cierta presión, hay dudas, inseguridades, noches en blanco. Es como hacer un rompecabezas de mil piezas sin saber cuál es la imagen. Pero lo superé gracias a un equipo increíble. Siempre que el proceso parecía vencerme, me bastaba con mirar a este extraordinario grupo de personas – artistas, técnicos, productores, músicos, animadores, diseñadores de sonido y actores. Todos sin excepción aportaban pasión a cada fotograma. Eso sí es un verdadero superpoder”. Pierre Perifel y Juan Pablo Sans presentan la secuela de Tipos Malos