“En su corazón seguramente había euforia, pero su cara no la reflejaba. Siempre fue un enigma oscuro y solitario”. Con esta frase define J.M Barrie al Capitán Garfio en la novela Peter Pan y Wendy, que primero fue obra teatral, estrenada en 1904, convertida en novela por el propio Barrie en 1911 y dedicada a los cinco niños de la familia Llewellyn Davies con las siguientes palabras: “si en memoria de lo que hemos sido los unos para los otros aceptaréis esta dedicatoria con el cariño de vuestro amigo”. El escritor se convirtió en su tutor al morir los padres y observando sus comportamientos, “frotando muy fuerte a los cinco niños, al modo en que los salvajes hacen fuego con dos palillos”, creó a Peter Pan.
En 1929, Barrie legó los derechos de su obra al Great Ormond Street Hospital for Children. El escritor falleció en 1937, pero una ley aprobada en el Parlamento en 1987 concedió al hospital los derechos en perpetuidad.
Esto quiere decir que los cientos de adaptaciones de la obra que se han hecho, ya sea en cine, teatro, televisión o cualquier otro soporte, han tenido que pasar por los administradores del Great Ormond Street Hospital for Children. Walt Disney tuvo que hablar con ellos para su versión animada de 1953, seguramente la más famosa adaptación que se ha hecho de la obra. Steven Spielberg otro tanto de lo mismo cuando decidió poner en marcha Hook (1991), su muy particular versión de la historia con Robin Williams como Peter Pan, Dustin Hoffman en el papel del Capitán Garfio y Julia Roberts como Campanilla.
La primera adaptación al cine de Peter Pan es de 1924, con la actriz Betty Bronson en el papel principal (algo habitual en el teatro de esa época, una chica joven y diminuta interpretando a Peter Pan). J.M. Barrie escribió un guion para esta primera versión y supervisó personalmente la producción. El escritor estaba encantado porque se dio cuenta de que en el nuevo medio se podían hacer cosas con Peter Pan que en el escenario eran imposibles. Barrie se imaginaba efectos especiales muy sofisticados para la época, como Peter, Wendy y sus hermanos volando sobre los tejados de Londres, el Támesis y el Parlamento, a través del Océano Atlántico hasta Nueva York. Aterrizarían para descansar en la Estatua de la Libertad, que los acunaría como una madre, y luego volarían sobre las Cataratas del Niágara, a través del Océano Pacífico hasta la Tierra de Nunca Jamás. Nada de eso se pudo hacer, pero Disney, casi 30 años después, recuperó parte del vuelo a Londres en su película. Y el teatro también ha podido hacer realidad los sueños del escritor. No hay más que ir a ver el musical en el teatro Alcázar de Madrid.
Peter, El Musical – Teatro Alcázar de Madrid (gruposmedia.com)
Barrie estuvo tan involucrado en la producción de la película de 1924 que en un borrador del guion dejó muy claro cómo debía interpretarse al Capitán Garfio, notas que debió mirar muy bien el actor Ernest Torrence, elegido para ser el personaje. Para Barrie, había que acercarse a Garfio «con absoluta seriedad y evitando intentar ser gracioso», justo lo contrario a lo que habían hecho los actores que lo habían interpretado en los escenarios, «con resultados fatales». Hook es un «villano sediento de sangre, aunque no hay que olvidar que también debe comportarse como un dandy civilizado y encantador”.
Hasta ahora, Jude Law es el último actor que ha dado vida a este personaje y tuvo que disculparse con todos los niños del reparto el último día de rodaje por haberlos asustado sin piedad. Fue en Peter Pan & Wendy (2023), del director de culto David Lowery (A Ghost Story, The Old Man & the Gun, El caballero verde). El cineasta ha confesado que tuvo sus dudas sobre este proyecto porque le gusta demasiado la película Peter Pan: La gran aventura (2003) de P.J. Hogan y no creía que la pudiera mejorar.
Efectivamente, la película del director de La boda de mi mejor amigo (1997) es una de las mejores adaptaciones que se han hecho de Peter Pan, y de las más espectaculares, por eso superó con creces el presupuesto, aunque la taquilla no ayudó mucho (costó 100 millones y recaudó en el mundo 121).
Hay que destacar una tercera adaptación reciente. Se trata de Pan: Viaje a Nunca Jamás (2015), del director inglés Joe Wright, otro reconocido cineasta con títulos como Orgullo y Prejuicio (2005), Expiación (2007) y El instante más oscuro (2017). En esta ocasión, Garfio es el atractivo actor Garrett Hedlund, y es que lo que vemos es una versión joven del personaje, lo que pasó antes de que se convirtiera en «un enigma oscuro y solitario». La parte mala pasa al pirata Barbanegra, interpretado por Hugh Jackman.
Hay que destacar de entre las numerosas versiones la película para televisión de 1955, que era una adaptación del musical de Broadway estrenado en octubre de 1954. Mary Martin repitió como Peter Pan, papel que le había valido un premio Tony. El musical es importante porque lo dirigió el legendario Jerome Robbins (West Side Story) y es la base de todo lo que vino después.
La historia de Peter Pan, Wendy, Campanilla y el País de Nunca Jamás, con sus piratas, sirenas, indios y hadas, es tan enorme en su repercusión que hasta se ha hecho una película sobre lo que nunca hemos visto, es decir, la vida de J.M. Barrie y su relación con la familia Llewelyn Davies. En Descubriendo Nunca Jamás (Finding Neverland) (2004), Johnny Depp es el escritor, Kate Winslet la madre de los niños, Sylvia Llewelyn Davies, y Freddie Highmore interpreta a uno de ellos, Peter Llewelyn Davies. Además, la estrella Julie Christie se hace cargo de Mrs. Emma du Maurier, la madre de Sylvia, abuela de los cinco críos que inspiraron Peter Pan y también, dicho sea de paso, de la escritora Daphne du Maurier, la autora de la novela gótica Rebeca.
El cuento de Barrie termina con Wendy como una mujer adulta con una hija, Jane, que a su vez va a tener otra hija, Margaret, que “cuando crezca tendrá una hija, que, a su vez, será la madre de Peter, y esto sucederá así por los siglos de los siglos, mientras los niños sean alegres, inocentes y crueles”.
La historia de Peter Pan, con sus numerosas adaptaciones en el cine de animación y de acción real, en el teatro y en la televisión, seguirá siendo eterna, como dice Barrie, por los siglos de los siglos.
