No, no quiero

Segundo largometraje de Belén Santos, ahora la cineasta trata de sacar a la luz un tema social muy importante, dando voz a varias jóvenes que se enfrentaron a matrimonios forzados por imposiciones familiares y que con sus testimonios explican cómo lograron salir de su calvario.

Como detalla la propia realizadora, la película pretende: «exponer un problema que afecta a millones de personas en el mundo, mostrado desde la perspectiva de algunas mujeres que lo han sufrido, porque nadie mejor que ellas, para que con sus familias nos muestren cuáles son los orígenes y las causas de estas prácticas«.

Las protagonistas son un ejemplo de que hoy, lamentablemente, siguen existiendo este tipo de prácticas de esclavitud contemporánea, tipificadas como delito en el Código Penal. No obstante, no siempre se presta la suficiente atención para combatir estas prácticas y este documental trata de poner el foco en este delicado asunto.