
Por qué hay que verla
La película, una producción portuguesa que combina stop-motion con animación en 2D, se inspira visualmente en la cerámica tradicional portuguesa y cuenta la historia de Rosa y del retorno a sus raíces y a la vida natural de campo y su aldea natal. Cuando llega a la propiedad aislada en medio del paisaje montañés, descubre que su abuelo le ha dejado un terreno prácticamente abandonado y la casa de su infancia casi en ruinas. Impulsada por el remordimiento y la necesidad de encontrar un nuevo rumbo para sí misma, intenta reconstruir la casa y los campos.
El proyecto ha tardado cuatro años en terminarse, ha contado con un amplio equipo de profesionales de larga trayectoria y con presupuesto de tres millones de euros.