Gonzalo Boye, el enemigo público

4 de octubre de 2024 en cines

Dirigida por Sebastián Arabia

Por qué hay que verla

El abogado Gonzalo Boye denuncia en este documental un lawfare orquestado contra él, por las llamadas cloacas del estado como represalia por ser el abogado defensor de Carles Puigdemont y otros lideres independentistas catalanes.

En esta segunda parte de la película documental Boye (2016), que Sebastián Arabia realizó sobre la vida de este enigmático personaje, se retrata a quien muchos han catalogado como el arquitecto de la defensa de Puigdemont en Europa.

Actualmente imputado por un delito de blanqueo de capitales y falsedad documental en el seno de una presunta organización criminal liderada por Sito Miñanco, Boye defiende su inocencia de forma categórica, insistiendo en que toda esta situación no es más que un lawfare diseñado para destruirle. “Si no podemos con Puigdemont, vamos a por Boye”, afirma el abogado chileno durante el rodaje de la cinta.

Pero Boye nunca ha estado lejos de la polémica; en el año 2009 lideró la demanda contra los Bush Six, por la existencia de la cárcel de Guantánamo; formó parte de la acusación popular en casos como el de los atentados del 11M o los papeles de Bárcenas; se querelló hasta en dos ocasiones contra el ejército de Israel por delitos contra la humanidad; y también ha formado parte del equipo de abogados defensores de Edward Snowden, entre otros muchos casos.

Pero el caso que siempre ha estado presente en la vida de Gonzalo Boye es el suyo propio, cuando en el año 1996 fue condenado a 14 años de prisión por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla. Una condena de la que Boye siempre ha defendido su inocencia, y que se trata con gran profundidad en Boye (2016), retomándola ahora con esta segunda parte. Para Arabia ambas situaciones podrían parecer muy similares, “pero si rascas un poco, enseguida te das cuenta de que el parecido es meramente formal.”

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