
Por qué hay que verla
Rodada en los municipios de Llodio y Amurrio en Álava, el objetivo de la película es “trasladar el valor de la diversidad en múltiples expresiones y presentar la transexualidad como una expresión de diversidad más de la vida”.
Para ello nos cuenta la historia de una niña de 6 años, a quien todos llaman Aitor, y sus vacaciones familiares en el pueblo de su tía, estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel.
Un verano que vivimos junto a esta niña “y las sencillas pero complejas preguntas que se plantea y que nos traslada”.