Pablo EscoBear: la historia real del oso que se comió 20 kilos de cocaína

El ataque del oso a Leonardo DiCaprio en El Renacido (The Revenant) (2015) ya está en la lista de las escenas antológicas de la historia del cine. El actor comentó que antes de rodar esa brutal secuencia, Alejandro González Iñárritu estudió cientos de videos de ataques reales de osos a humanos. Lo que seguro que no hizo el cineasta mexicano fue ver Grizzly (1976), una película de serie B, cine de barrio que fue el mayor éxito de entre todas las independientes que se rodaron ese año, con una recaudación de 39 millones de dólares, cuando costó hacerla 750.000. Un récord que ostentó hasta la llegada de Halloween dos años después.

Pero hay más ataques de osos en el cine. Las hay muy buenas, como Backcountry (En el bosque sobrevive) (2014), sobre una pareja de acampada en un bosque de Canadá y una escena de acoso del oso con los protagonistas dentro de una tienda de campaña que es realmente angustiosa. Tampoco estaba nada mal Into the Grizzly Maze (2015), la historia de dos hermanos (James Marsden y Thomas Jane) perseguidos por un oso Grizzly en tierras de Alaska. Más lejana en el tiempo es El desafío (The Edge) (1997), de Lee Tamahori, donde un oso ataca a Anthony Hopkins y Alec Baldwin.

Y todo esto para llegar a Oso vicioso (Cocaine Bear) (2023), que ha dirigido la actriz Elizabeth Banks y es una de las últimas películas que rodó Ray Liotta, fallecido el pasado mes de mayo a los 67 años. También están en el reparto Alden Ehrenreich, en horas bajas desde que Han Solo. Una historia de Star Wars (2018) se pegó un monumental trompazo, Keri Russell (de la serie The Americans) y la gran Margo Martindale. Todos en una historia que no tiene desperdicio, aunque está basada en hechos reales que ocurrieron en Kentucky en 1985: el avión de un narcotraficante se estrella en un bosque con un cargamento de cocaína y un oso negro se come la droga.

¿Estamos ante una comedia o una de terror? Lo veremos el 5 de abril, fecha prevista de estreno en cines, aunque no hay que tomarse a risa la historia. Este oso es toda una celebridad y un símbolo en Kentucky, disecado por un taxidermista y exhibido entre multitudes.

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