El Color Púrpura cuenta la historia de Celie, una mujer negra que vive en el sur de Estados Unidos en la década de 1930. Celie es víctima de violencia doméstica, discriminación racial y pobreza. Sin embargo, a pesar de las adversidades, encuentra la fuerza para luchar por su libertad y felicidad. Todo esto está en la novela de Alice Walker ganadora del Premio Pulitzer, inspirada en su experiencia al crecer en el Sur. El libro vendió más de cinco millones de copias en todo el mundo y es la base de varias adaptaciones de esta época histórica.
En 1985, Steven Spielberg estrenó su película basada en la novela, que le supuso uno de los mayores fracasos de su carrera, tras marcharse con las manos vacías la noche de los Oscar cuando había cosechado la friolera de once nominaciones. La película perdió ante Memorias de África, que emergió como la gran ganadora de la noche.
38 años después, cobra vida una nueva versión que se diferencia drásticamente de su predecesora porque apuesta por el género musical para narrar la dura vida de esta mujer afroamericana en el sur americano durante las primeras etapas del siglo XIX. Una vuelta de tuerca al espectáculo de Broadway escrito por Marhsa Norman como espejo en el que reflejarse. Sam Blitz Bazawule, responsable del musical Black Is King protagonizado por Beyoncé, dirige esta odisea cinematográfica que cuenta con Danielle Brooks, Taraji P. Henson, Corey Hawkins, Fantasia Barrino y Halle Bailey, la última Sirenita de Disney.
El propio Steven Spielberg, Scott Sanders, Oprah Winfrey y Quincy Jones son los encargados de producir la nueva película y fue precisamente con Oprah Winfrey, nominada al Oscar como actriz por la primera versión, con quien Cinerama pudo hablar en exclusiva.
¿Cómo surge este nuevo Color Púrpura?
Ha sido un viaje dulce para mí. Estoy muy orgullosa de ser una de las productoras de una película nueva y audaz reimaginada con un elenco de estrellas espectacular. La histórica película de Steven Spielberg de 1985 cautivó a los espectadores y fue nominada a 11 premios de la Academia. Esa película fue mi debut como actriz y la experiencia supuso una de las mayores alegrías de mi vida. En 2005, Scott Sanders tuvo la descabellada idea de convertir la historia en un musical de Broadway. Ambas versiones pusieron en pie a audiencias de todo el mundo. Ahora, una nueva película es la evolución natural de la odisea de Celie. Una visión fresca y moderna de su camino de hermandad, autodescubrimiento, coraje y triunfo. Es un espectáculo visual. Con actuaciones trepidantes e impresionantes para toda una nueva generación.
¿Cómo encontró a Blitz Bazawule para dirigir esta nueva versión de la película?
Creo que cuando hablamos con Blitz estábamos entrevistando a uno, dos, tres, cuatro o cinco candidatos más y el momento en que él apareció en la pantalla con su presentación del guion y sus brillantes ideas, nos conquistó. Quedamos impresionados. Fue una reunión virtual porque la hicimos durante Covid, y nosotros, Scott y yo, nos enviábamos mensajes de texto diciendo: este es el indicado. Aleluya, lo encontramos. A partir de ese día empezamos a tener conversaciones al respecto. Blitz y Marcus son guionistas increíbles. Todos estamos encantados.
¿Puedes explicar el viaje que ha vivido con esta historia a lo largo de tantas versiones?
Ni siquiera puedo expresar las emociones que tuve. Escucha, he vivido una vida de entrega. Y esa vida de entrega comenzó a suceder gracias a El Color Púrpura. Nunca deseé nada en mi vida tanto como deseé hacer esa película y cuando aprendí a rendirme y obtuve ese papel, fue un momento decisivo. Lo tuve claro. El momento en que me rendí fue cuando recibí la llamada de Steven Spielberg. Permití que esa emoción me guiará por el resto de mi vida. En primer lugar, nunca deseé tanto nada porque siempre aprendí a rendirme.
¿Temió que la película se retrasara por causa de la huelga?
Durante los 118 días que duró la huelga estuve pensando cómo cambió mi vida El Color Púrpura. Ese papel cambió mi trayectoria porque después de eso vino el Show de Oprah y todo lo demás. Sé que este es un proyecto divinamente tocado, inspirado, acogido y literalmente escrito por Alice Walker. El Color Púrpura se estrena ahora, mientras el mundo vive lo que vive, y este filme puede brindar curación y alegría. La gente se marchará del cine sintiendo cierta elevación, cierta sensación de plenitud, de inspiración, de esperanza, de perdón.
Esta es una historia que cambió su vida. ¿Cree que tendrá el mismo impacto en los demás?
Esta historia va a impactar a muchas personas en maneras que ni siquiera se van a dar cuenta. Es el momento final y de cierre del círculo de lo que el arte puede hacer bien, cuando está inspirado por una mano divina y esa mano divina ha inspirado a todos los que han participado. En realidad, no hay nada mejor que esto. Sentimos el triunfo. Todo el que lo vea podrá ser parte de la experiencia.
¿Todos sentirán la necesidad de perdonar?
No quiero que la gente piense que tienes que perdonar a alguien que te ha hecho cosas horribles, porque la película no dice eso. Sin embargo, tiene un significado especial para mí ya que es una historia que cambió mi vida. Me ayudó a comprender que no estaba sola, que otras mujeres habían experimentado lo mismo que yo. Y me dio la fuerza para seguir adelante. Fue beneficioso para mí desde la primera vez que leí el libro porque no sabía que había palabras para contar lo que me había pasado. Me violaron cuando tenía 14 años y tuve un hijo, que luego murió, y no tenía palabras para explicarlo. El Color Púrpura evoca las pruebas, el sufrimiento y, sobre todo, las agresiones sexuales que enfrentan muchas mujeres negras en el sur de Estados Unidos a principios del siglo XX.
Texto: María Estévez
